18.

12.3K 692 140
                                    

Una sola luz está prendida, y es la de la sala de estar. Miro a cualquier dirección queriendo encontrar a esa mujer, pero no veo a nadie más que a Harry.

Me acerco lentamente y él tiene en su mano una copa de whisky, y en la otra un cigarrillo prendido. Quiero hablar o hacer algo para llamar su atención pero no se qué hacer.

Al final de cuenta toco su hombro delicadamente y el hombre de mis tristezas voltea a verme. Por mi parte solo puedo sentirme un tanto nerviosa.

-Ya haz llegado, creí que habías dicho que no llegarías. -Su aliento a alcohol me golpea, y sus ojos están rojos totalmente. Las palabras las arrastra a causa del alcohol-

-Yo... No hablaba enserio.

Suelta una risa burlona y me mira enojado. No entiendo el por qué, pero sólo puedo sentirme culpable.

-¿P-puedo sentarme? -Lo miro avergonzada-

-Total, siempre haz echo lo que quieres ¿no?

-Para con esto por favor, ¿Quieres?

-¿Me v-as a decir qué es mentira? -suelta un hipo entre sus palabras, y da un jalón a su cigarrillo-

-Dime tú, ¿dónde está Jeny? Se supone que estaría contigo ¿no? -Quiero sonar con reproche-

Vuelve a reír pero no le hallo la gracia a esta plática.

-Jamás vino, no quise llamarla.

Abro los ojos como platos, pero no me quedo del todo satisfecha. Sólo tal vez me está engañando, nuevamente.

-¿Por qué debería creerte?

-No necesito que me creas Camille.

-Pero por alguna razón quiero creerte. -Suelto de la nada, mis sentimientos salen a flote-

Harry me mira con un sentimiento extraño, algo que jamás había visto en él. En cambio yo solo me quedo callada, esperando alguna respuesta.

-Tienes razón, ¿Por qué deberías hacerlo? Siempre te fallo.

-Sé que puedes cambiar Harry, de verdad puedes hacerlo.

Justo en ese momento nuestros ojos se encuentran, estamos tan cerca que puedo sentir su respiración, y no me importa lo mucho que huela a alcohol, sólo quisiera poder unir nuestros labios.

-Soy ese tipo de persona que no tiene arreglo, que por más que quiera no puedo cambiar... -Su voz suena débil, y yo no respondo nada-

Levanta su mano lentamente, y su dedo pulgar toca mi mejilla, cierro mis ojos y espero lo que más quiero, sin embargo no pasa nada. Él sólo se dedica a tocar mi mejilla y después de unos segundos empieza tocar mi rostro con ambas manos.

Una sensación extraña en mí se siente bien, como si con tan solo una mirada y un toque pudiera hacerme sentir miles de cosas.

-Lo siento Camille, no puedo... -Susurra-

Abro los ojos lentamente y él ya está un poco alejado de mí.

-Solo sería alguien que no soy. -Dice y yo bajo la mirada-

Sin darme cuenta había terminado su cigarrillo, su copa estaba vacía, pero se vuelve a servir otro trago.

-Tienes razón, sólo te estarías mintiendo a ti mismo. -Digo algo sentimental-

El ambiente estaba nostálgico, lo bastante como para saber que sí seguíamos con esta plática, terminaría llorando.

No sé como es que Harry no sé está comportando como un patán, tal vez sea efecto del alcohol, o sólo soy yo.

Camille. |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora