Nota #55

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Si gustan pueden poner 'Everything Has Change' Mientras leen. También si gustan pueden buscar la canción en español quien la interpreta: Kevin, Karla y labanda. Es muy hermosa<33


30  julio 2015.



—¿Husmeabas mis cosas o simplemente fue la curiosidad que la que te mató? —preguntó de repente la voz del chico, Eider se estremeció, sonaba ronco.

La rubia negó con su cabeza y le respondió en voz baja —Perdona, no debí...
—No, no debiste—El muchacho asintió en desacuerdo— ¿Podrías...? —señaló los objetos en su manos Eider se acercó hacia él lentamente y se los entregó. Sus manos se rozaron. Por alguna extraña razón, una descarga eléctrica recorre en el cuerpo de Eider.
—Yo... eh, lo siento. No era mi intensión hacerlo. —Susurra avergonzada
—No hay problema 
— Y... ¿Cómo estás?—Ella retrocede hacia atrás optando por una distancia adecuada. Tenerlo tan cerca hacia que sus emociones se descontrolaran, era peligroso.
—Algo mejor, el dolor ha disminuido hasta creo que tengo un chichón.— lleva su mano derecha hacia parte trasera de su cabeza. Hace una mueca de dolor y luego sonríe de manera tierna, el corazón de ella se ablanda ante la causa y el efecto.
—Lo siento. —se disculpa nuevamente Eider
—¿Por qué?
—Por no haber hecho nada a tiempo... todo pasó tan rápido y bueno, ahora estas aquí.
—No fue tan grave. —le asegura— He tenido encuentros peores. —Sin embargo, ataques así son muy pocos los que paso por desapercibido, muy buena jugada del francés de mierda. —masculló

 —En realidad fue mi amiga Scarlett quien te agredió. Nuevamente perdón.
— No tienes de que disculparte, no hiciste nada.  
— ¿Nathan, verdad? —pregunta dudosa. Él la observa fijamente, como si estuviera tratando de adivinar que pasaba por la cabeza de aquella chica.
—¿Disculpa? —Eider levantó su rostro, tenía un expresión entre desilusionada y a la vez confundida.

— ¿No eres Nathan? —Todas las esperanzas de Eider se desmoronaron al escuchar un no por parte del chico. Casi se escuchó un sollozó de la rubia, en cualquier momento ella lloraría y no habría nadie quien la detendría. Sin embargo ella se atragantó la vulnerabilidad. Con la poca dignidad, le sonrió y cuando estuvo a punto de irse, dos manos la detuvieron.

— ¿Por qué te vas? —Le preguntó. Sintió la respiración del chico sobre ella.
—Yo... creí...nada. —se giro y entonces quedó frente a frente al chico. A pesar de que él le llevara unos centímetros de estatura era intimidante mirarlo a los ojos.
— Y después de todo lo que ha pasado, no puedo creer que te lo hayas creído. —suelta de sopetón. Una sonrisa petulante irradiaba su rostro.

Eider lo miró incrédula. Alzó sus puños y lo golpeó tan rápido como pudo. Nathan la abrazó. La rubia continuaba luchando contra los enormes brazos que la retenían. Finalmente se rindió y las traicioneras lágrimas comenzaron a fluir sin que ella se lo hubiese permitido.

—No llores. —le dice Nathan—No morí, sigo aquí.
—No sabes cuánto espere por esto. —Hipo mientras se sorbía los mocos contra su pecho.
—Yo también, incluso tenía otra expectativa pero algo es algo ¿No?
—Supongo—contestó insegura. Anonada del cambio tan repentino entre ambos.
— ¿Estas decepcionada de que no haya sido el chico que esperabas? Ya sabes, esos maricas con un superficial y estereotipo nivel: Idiota.
—No. —Ella se separó bruscamente y lo miró con sus ojos cristalizados. —Me alegra de que no esas ese chico, te hubiese vomitado encima si hubieras sido esa clase de chico. No me cabe en la cabeza, pensar en la posibilidad de que tú puedas llegar a ser así, es más, no me apetece dejar calva a una chica: prosti-rubia o una prosti-morena [1] con el solo hecho de que este desvistiéndote con la mirada.
—Eso me sonó a celos y también posesión. —le dijo divertido— Lamento decirte que a pesar de que no sea un tipo de revista, tengo mis encantos y eso mi caliente E, deja a cualquier persona extasiada al verme.
Bufó. —Claro, claro, lo que tu digas.
—Soy todo tuyo. —se señala así mismo—Eres muy afortunada.
En respuesta ella rodó sus ojos sonriendo.
—Siento que en cualquier momento mi corazón va a explotar.
—Yo también siento que mi pe...corazón va a explotar en cualquier momento.
—Cuidado vaquero. —Eider intenta hacer un acento sureño pero lastimosamente fracasa. 
—No te van ni un poquito los acentos.
—Los de tu pueblo me podrían por hacer una pésima imitación.
— ¿Los de mi pueblo?
—Duh, Texas.
— ¿Y tu como sabes eso?
—Yo también tengo mi lado acosador
— ¿Joe?
—Nah, alguien más.
— ¿Puedo saber quien es?
— No
— ¿Qué tanto sabes Eider?
—Poco.
— ¿Qué es poco?
—Ay, eso no importa ahora. Lo importante es que volviste.
—No por mucho tiempo. —le contesta seriamente.— Necesito saber que es lo que tanto sabes.—demandó— por favor
—¿Tienes afán?
— Sí. 
—Bien, pues allá está la puerta—Ella se cruza de brazos— Igual ni quería que volvieras.—murmuró entre dientes.

 Nathan soltó una carcajada. 

—Mientes.
— ¿Qué?
—Te morías por verme
—Por supuesto que no.
— Obviamente que sí.
— No, mentiroso.
— Por supuesto que sí, mentirosa.
— No tan mentirosa como tú. 
—Touché.— chasqueó su lengua 
— ¿Me dirás realmente quien eres?
— ¿Me dejarás ver la ropa interior que llevas puesta hoy?

Ella abrió sus ojos anonada.

—Debo deducir que al recibir esa mirada de tu parte me lleva a concluir dos hipótesis: La primera, no traes puesta tu ropa interior o es demasiado infantil para ti.
— ¿Que te hace pensar que es así?
— Bueno, tu cuerpo y tu mirada hablan por sí solas. 

Mi Acosador Secreto | PRIMERA PARTE ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora