Mi Acosador Secreto | PRIMERA PARTE ✔️

Capitulo Uno

Mi acosador no tan secreto.

Capitulo uno


Asiento distraídamente mientras termino de imprimir unos dibujos. Jordan habla y habla sobre lo feliz que está con su nuevo ascenso. Lleva como unos veinticinco minutos hablando sobre ello, es un milagro que no se haya deshidratado porque no ha parado de hablar con lo emocionado que se encuentra.
Se ve tan lindo, tan tierno y adorable, pero debo admitir que me ha estado exasperando un poco ya qué no me ha dejado hablar ni una sola vez. Me da esa mirada de: Ni te atrevas.
Me limito a sonreír de boca cerrada mientras termino de leer los papeles que Jordan dejó sobre la mesa.

—... ¡Ahora sí nos vamos a Alemania! —declaró muy entusiasta. — Será mejor ir haciendo las maletas porque nos vamos.
En respuesta reí negando con la cabeza. Oh este hombre, tan ansioso como siempre. — Estoy muy feliz, sabría que lo lograrías. —Me levanto de la silla y entrelazo mis manos sobre su cuello. Él posa sus enormes brazos alrededor de mi cintura dejando caer sus manos en mi trasero. Jordan estuvo a un milímetro en unir sus labios con los míos, sin embargo yo eché para atrás mi cabeza.
Mi repentino reflejo lo hizo fruncir el entrecejo.
— ¿Qué ocurre?
Vacilé al principio. — Bueno... verás...— ¿Cómo decirlo a tu novio que no puedes ir sin que se enoje? —Yo... —cierro mis ojos. — no creo que pueda ir... contigo a Alemania. —Dije finalmente. Mantuve mis ojos cerrados por un rato, hasta que por fin me terminé de armar de valor y abrí lentamente mis ojos. Él tenía la mirada perdida.

— ¿Por qué? —quiso saber luego de unos torturantes minutos después.

— Mi madre llamó esta mañana, me dejó muy en claro que no hiciera planes o que si los tenía, lo mejor sería que los cancelara. — Tuerzo mi boca— Dijo que en unos días me llegaría una invitación, no fue muy detallista la verdad pero sea lo que venga en ese sobre es muy importante y lo sé porque usó su voz amenazante en cuanto dije Pero.
Jordan se mordió el labio frustradamente. Podría casi adivinar lo que pensaba. Vi su intensión en cuanto comenzó a soltar el agarre que tenía sobré mí, sin embargo me apegué más a él. Como una garrapata.

— Mira yo...— comencé torpemente. ¿Debía disculparme? La verdad no tenía muy en claro que decirle... Hace años que no veo a mi familia, hace años que solo unas llamadas al mes me mantienen en contacto con ellos... Pero luego estaba el viaje que Jordan y yo venimos planificando hace meses, es una meta que nos propusimos como pareja y... Agh, esto es tan difícil de decidir ¿Por qué justo ahora las cosas se complican?
— Estuvimos planeando ese viaje por seis meses...—Dijo con voz audible. — Y entiendo que son compromisos familiares pero... no me parece justo que se nos den las cosas y justo aparece un pero. — agacha su cabeza como un cachorro regañado. Tomo su mentón para encararlo.
Doy un largo suspiro. — Sea lo que mi madre esté planeando no va interferir con cumplir una de nuestras metas...Iré a San Francisco. — Declaré— Por unos días y luego podría tomar un avión hacía Alemania...— A Jordan se le iluminaron los ojos en cuanto termine de hablar. —No es como lo planeamos pero algo es algo, ¿no?
—Me hubiera encantado que vinieras conmigo como acordamos...— hizo un adorable puchero— Pero es mejor que acudas a tu familia primero... podría funcionar de hecho. —Dijo para sí mismo— es mejor que nada.
—A mi también — hago un mohín— ¿Entonces qué dices?
—Digo. —Su agarre se intensifica atrayéndome más a él— Estoy de acuerdo y me da pena no conocer personalmente a tus padres...
—Ya se dará el momento. — le aseguro.
— Mándale saludos de mi parte. —Dicho eso, los centímetros de distancia que habían entre nosotros fueron evaporados por un apasionado beso lleno de éxtasis, mucha saliva y algo de toqueteo físico. Jordan me pegó contra la pared bruscamente. Admito que me dolió pero no era el momento de quejarme, hace mucho no teníamos encuentros íntimos.
Y pareciera que la burbuja que ambos comenzamos a inflar fue estallada por el timbre. Jordan gruñó. Hizo caso o miso a la insistencia del timbre, comenzaba a irritarme y él, ni hablar. Quería hacerme la sorda pero era inevitable ignorar el pitido.
—y ahora que...— musitó fastidiado. Me aparté suavemente de él. Me alise mi falda de tubo y caminé hasta la puerta.

— ¡Eider Joanna se que estás ahí! — gritó Miranda desde el otro lado de la puerta. Suspire negando con la cabeza. Odiaba la intensidad de Miranda y más cuando se ponía a gritar. Me giré rápidamente para sonreírle en forma de disculpa a Jordan y abrí la puerta. Ella lucía fatigada. —Dios, mujer que tanto haces para no abrirme la puerta. — entra como Pedro en su casa y depositó algunas bolsas que cargaba sobre el comedor. Me saludó de beso en la mejilla rápidamente y con toda la confianza caminó hasta la sala buscando un conector.
— Hola Jordie. —saludó con su típica voz empalagosa. Lo solía hacer para fastidiar. Él estaba tumbado sobre uno de los sofás.
— Hola Mindie. — le respondió sin ganas.
Miranda encontró el conector y conectó su teléfono. — pero que amargado estas hoy. —señaló mientras intentaba prender su celular.
— Es que con solo verte se me amarga el día. —Así eran ellos. Jordan y Miranda se conocen desde la primaria, han sido muy buenos amigos desde ese entonces, llegaron al tal punto de esa confianza y aunque a veces sonaran muy toscos, ambos se sienten a gusto. Son raros, lo sé, pero extrañamente así se llevan bien.
—Me alegra saberlo. —Sonríe de oreja a oreja. —Eidy bonita ¿Qué haces medio vestida? Ya se nos está haciendo tarde, más te vale apurarte porque no pienso llegar tarde.
Me miro rápidamente y noto que mi blusa está desabotonada y arrugada.
—Haré de cuenta que no sé nada para que mi imaginación no me lleve a una conclusión. —Se encogió de hombros— Y por favor, no te demores, quiero ver cuanto antes a ese mejor amigo sexy que tienes, así sea por un minuto.
— ¿Sigues babeando por él? Creí que Terrence era tu único amor.
—Jordie, actualízate y no gracias a Dios que no lo era. Y ese jodido mejor amigo que tiene tu noviecita está perfecto para mí.

Me encamino hacia el cuarto y tomo una blusa de manga larga cuello tortuga blanca. Me cambio los tacones y me coloco unos de plataforma, tomo mi abrigo, mi bolso y mis llaves y salgo cuanto antes de la habitación.

— ¿Qué traes en esas bolsas? —preguntó mientras cepillo mi cabello.
—Algunas cosas para la fiesta de Jack. —contesta con la vista pegada en el teléfono. —Traje de todo un poquito.
—Wow, tu definitivamente estás enamorada de él. —comentó Jordan.
—No lo estoy baboso, solo quiero impresionarlo para que empiece a tener interés en mí.
— ¿También ese necesario acosarlo?
— ¿A quién no le gusta que lo acosen?

Jordan y yo levantamos la mano. Aunque luego de haberla levantado dudé.