Nota #46

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25 junio 2015.

— ¿No te parece que es una casualidad que Nathan se vaya y otro chico aparezca de la noche a la mañana? —Scarlett  habla después de unos largos minutos de silencio en el almuerzo.

— Ya ha pasado un mes desde que él se marchó.— Eider en respuesta habló sin ganas.
— Si, pero es raro que de repente las notas te continúen llegando cuando solo Nathan te las hacia llegar.— Supuso la morena. 
— Presiento que es una maldita broma. —le dijo la rubia chasqueando su lengua.
— Todo es tan extraño...

— ¿Que es extraño? — Eider y Scarlett se voltean en la misma dirección en donde Joe y Connie se encuentran a unos metros

— ¡Connie! — Eider se levanta de la mesa torpemente y le regala un abrazó de oso a su pequeña amiga. 

— Eid...er me ess-tas ass-fixiando.
— Perdón, perdón es que hace mucho que no te veía. —Eider se separa  y le hace señas a las dos chicas para que la acompañen hasta su mesa. 
— Que no se note, casi me dejas sin pulmones. —dice ella retomando su compostura. Scarlett endurece su rostro. Todas sienten la mirada de mal gusto. Eider debate mentalmente si preguntarle o no y finalmente se decide en preguntarle porque su mirada es fría e intimidante. Eider hasta el momento nunca había visto así a su amiga. Ella siempre estaba eufórica.— más de lo usual.
— ¿Pasa algo Scarla?
— Que te lo cuente la rubia. —responde agriamente señalando a Joe con su papa a la francesa.
— ¿Que ocurre? — Eider se gira en dirección de Joe quien esta se encuentra ansiosa.
— Uhm... bueno, yy-yo.
— ¡Eidy tienes que contarme que ha sido de Neil! —Connie interrumpe a su hermana y Eider traga saliva. Es uno de los temas que no le apetece hablar ahora.

— Connie. —Joe dice con voz amenazante y esta solo refunfuña ya sentándose en la mesa sin pedir permiso.
— Algún día sabrás que fue de Neil. —le susurra en el oído a Connie.
— ¡¿Es lo que estoy pensando?! — Connie señala la nota entre abierta y sin duda la toma.

— ¡No! — Grita Eider después de ver que ella ya la había leído.

— ¿Quien es R? —pregunta interesada.

— Ay Dios. —Joe niega con la cabeza.

— ¿Rumpelstiltskin? —suelta Connie de la nada.

— ¿Qué?  — las tres chicas dicen al unisono mirando anonadamente a la chica.
— ¿Qué de qué? —responde ella con la boca llena. — ¿Que no leen cuentos? — ninguna de las tres chicas se inmutó. — o ¿Vieron Once Upon A Time? ¿Emma? ¿Killian? ¿Henry? ¿Regina y Robin Hood? ¿Capitán Swan? ¿Blanca Nieves? ¿Bella y Rumpel?

—No. —responden al unisono.
— Pufff, de lo que se pierden.  

— ¡Ewww, sin escupirme en la cara! gracias. —Scarlett se levanta de la mesa asqueada.— Iré al baño. —avisa. 


Connie y Joe se encojen  de hombros restandole importancia y continúan hablando como si no hubiese pasado nada.

— ¿Que quiso decir Scarlett hace unos minutos atrás? —Eider mentalmente prepara un interrogatorio pero Joe lo evade. 
— Ahm, nada. —ríe tontamente— ¿Como es eso de que un tal R te está enviando notas?
— ¡Es Rumpelstiltskin! —la corrije Connie. 
— Rupenski le queda mejor. — comenta Joe  sacandole la lengua infantilmente a su hermanita.

— Vale, vale. Rumpelstiltskin, Rupenski lo que sea me está jugando una broma. — responde exasperada Eider.

— ¿Por qué? ¿Acaso es grave lo que dice la nota? —Joe se alarma por un momento pero entonces su hermana vuelve a hablar y la calma recorre en ella.

— Nah, es bien cursi déjame decirte. —opina.

— Connie amor mio,  ¿A quien le están haciendo las preguntas?  
— Ugh, déjame Fangirlear si quiera, hace mucho que no hablaba contigo. —Ella hace una mueca graciosa y sin ningún permiso toma las papitas de Scarlett.

— ¿Que no era Nathan el de las notas? —recuerda Joe. Eider masajea sus cienes .

— Eso mismo dije yo. —añadió Scarlett sentándose en su lugar. — ¡Hey! ¿Quien se comió lo que quedaba de mis papitas?
— Uhm, yo no fui. — Connie se levantó de la mesa y Scarlett la correteó.
— ¡Roba-papitas ven aquí! — le grita — Tendrás que comprar otras
— Así que Rupenski...—comienza Joe pero Eider la interrumpe

— Debe ser un error...

— ¿Puedo ver? —Joe pide cautelosamente
— Mmm... — Eider desconfiada duda por unos instantes en mostrarle a Joe.

— ¡Oh, vamos Eider! 

— ¿Para que? ¿Para que mágicamente las notas dejen de llegar? 

— Tenia mis motivos, esto es diferente.  
— Ya que, pero si vuelves hacer eso te juro que...
— Ya, ya muestra a ver. —insiste.
— Es en serio Joe. —le advierte seriamente.
— ¡No seas envidiosa mujer! —exclama ya tomando la nota




<< Si alguna vez me llegan a preguntar: Que es lo que más me gusta de ti. 
Mi respuesta sería infinita ya qué no habría un fin para no mencionar el por qué me encantas tanto.  
Att: R >>




Mi Acosador Secreto | PRIMERA PARTE ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora