Sorpresa | PARTE 1.

12.5K 700 76
                                        

Eider.


Alisé por novena vez mi pantalón azul cielo. Mis manos estaban sudorosas, Nathan junto con Tobías llevaban aproximadamente quince minutos en la oficina de mi padre.

¿Por qué?

Sencillo, Mi novio y mi cuñado vinieron a hablar con nuestro padre, no estoy muy enterada la verdad, pero tengo mis sospechas en que Kim lo sabe. Ella está sentada a mi lado jugando preguntados mientras que yo evito comerme las uñas de los nervios. Había mucho silencio, mi madre estaba haciendo las compras, no demoraría en llegar, lo cual significaba que mi tiempo como holgazana terminaría.
Resoplé pesadamente. Mis ojos estaban en un punto imaginario frente a la pared, esto si que era desesperante.
Me levanté decidida en ir a escuchar secretamente la conversación que me tenía con los pelos de tu punta, desafortunadamente me vi detenida por mi hermana.
—Ni lo pienses.
—Pero...
—Siéntate. —ordena.
—Tú sabes ¿verdad?
— ¿La capital de Escocia? No, estoy pensando seriamente en utilizar una ayuda, aunque al pinochazo no me iría tan mal...
—Kim. —ruedo mis ojos. —Es en serio
—Yo también hablo en serio, se supone que tú recién te graduaste, deberías ayudarme me quedan cinco segundos...
—Tal vez si me informas un poco dejaría de lucir tan desesperada
—Cuatro...
—Al menos dame una pista
—Tres...
—Y no te molestaré más
—Dos...
—Por favooooor
—Uno...
—¡Bah! Ni se para que te ruego si ni me prestas atención...
—¡Joder! ¡Era Edimburgo por poco me gano la corona! Una parte de mi lo sabía.
— Kim...
—Eider.
—¿Me dirás que sabes?
—Houston.
—¿Qué? ¿Houston?
—Houston. —Repitió con su tono de voz neutral
—¿Que rayos se supone que significa eso?
—Significa que te calles, no puedo concentrarme cuando te la pasas hablando. Ni si quiera me ayudas así que por favor ¿Te podrías callar?
—Ugh. No entiendo cual es estúpido misterio, ni que fuese la gran cosa. —me cruzo de brazos.
—Lo es, le éstas dando mucha importancia al tema. —señala.
—No te pases de lista.
—Y tú de desesperada.
— ¿No te has preguntado alguna vez por qué eres así conmigo?
— ¿A que te refieres?
—Un día eres amorosa, otro ignorante, luego me estas humillando y al siguiente éstas actuando como si yo fuese la competencia.

Por primera vez mi hermana desvía sus ojos de la pantalla de su celular y deja al costado izquierdo del sofá su celular. Kim me da una larga mirada, su expresión me da miedo porque temo a lo que ella pueda responder.

—No he sido la mejor hermana, lo sé. Haz tenido que lidiar con cada cambio de humor constate mío, me has visto hacer cosas que mamá ni sabe. Confieso que he sido dura y muy poco afectuosa contigo. No es que yo tenga algo en contra de ti, pero...
—¿Pero?
—Haz sido tan feliz estos últimos años, no te he visto sufrir de la misma forma que yo lo hice. Siento envidia, tú no te complicas, vives tu vida común y corriente. Eres exactamente lo opuesto de mí y casi siempre todo hay paz alrededor de ti.
—Haces que mi vida se vea casi perfecta.
—¿No es así?

Niego con la cabeza. —No.

» Si nadie ha sufrido en esta vida es porque su vida es demasiado ficticia como para ser real.
Yo no soy de palo, Kim. Yo tengo sentimientos, tengo mis momentos depresivos hasta mis decepciones amorosas, aunque no lo creas tengo mis problemas personales, la cuestión es que en el transcurso de los años tú me enseñaste a no ir por caminos que me favorecieran. ¿Crees que no sufría al verte llorar constantemente?

» Te esperaba en las madrugadas, tenía miedo de que nunca regresaras y no volviera a tener una hermana. A veces pensaba que no te agradaba, por eso evitaba hablarte. Ni procrear un vínculo de hermanas estable, prefería hacer otras cosas porque tú ya estabas ocupada haciendo de las tuyas.

Mi Acosador Secreto | PRIMERA PARTE ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora