Segunda base.

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Eider.

—Oye...

— Oigo.

—Estaba pensando que tal vez deberíamos ir a la segunda base ¿No crees?

Nathan me miró con los ojos bien abiertos. Por un momento pensé que le aterraba la idea y me maldije internamente por ir tan deprisa con él.

—Pensé que jamás lo dirías. —dijo con una sonrisa coqueta. Yo sonreí en forma de alivio. Finalmente, mi miedo al ser rechazada se había evaporado. Después de tanto tiempo, al fin iba a ser oficial. ¡Nathan y yo seríamos más que... lo que sea que seamos! Esto de verdad es emocionante y... Esperen ¿Qué está haciendo Nathan?, ¿Por qué se está quitando la ropa? No digo que tenga una muy mala vista de su cuerpo, pero esto de verdad me toma por sorpresa. ¿Acaso él cuando entraba en confianza con una persona se tomaba toda la libertad en desnudarse así nada más?
— ¡¿Que estás haciendo?! —grito. Él se exalta y yo trago saliva. Un grito desesperado tampoco era necesario, aunque no me pueden culpar, fue mi instinto quien me impulsó hacerlo.
Él torció su linda y deseosa boca, yo lo miré de re ojo. Aunque mis traicioneras ganas de querer mirarlo me vencieron, era imposible no mirar cuando él chico que te gusta estaba con su torso expuesto ante mis hormonas. Su abdomen no estaba taaaaan marcado, pero tenía unos excelentes músculos.
Me pregunto qué tan duros serían y cada cuanto se ejercitaría para tenerlos tan voluminosos y...ya estoy delirando otra vez.

— Yo creí... — tenía sus manos en el cierre de su jean. Su voz fue casi un susurro.

Aclaré mi garganta y hablé lo más calmada que pude.

— Me refería a que fuéramos novios oficiales, más no esto. — le hice una seña con mis ojos, directo a su jean. Él ladeó su cabeza y una pequeña risita salió de su boca.
— ¿Me estas pidiendo que sea tu novio indirectamente? —se cruzó de brazos. Sus músculos definitivamente estaban amoldados y...
— Sí, supongo. — me rasco la nuca. Genial, esta debe ser la peor declaración que alguien pudo haberle hecho a un chico.

Un aplauso para mí, lo había estropeado completamente. Sabía que tenía que buscar siquiera en Google, consejos de como declarártele a un chico.

Él se acercó lentamente y cuando estuvo tan cerca de mí el olor de su colonia abundó sobre mis fosas nasales, esto definitivamente es la gloria. Simplemente es la gloria, el olor me hizo entrar en un trance al instante.


— ¿No se supone que nosotros debemos ser caballerosos y pedirlo? —se señaló a sí mismo. No mires abajo, no mires abajo, no mires abajo. Exhalé profundamente. Lo más probable es que su madre o si quiera sus hermanas entraran en la habitación y nos encontrarían en una escena no muy convincente para excusar.

— ¿Tenias pensado pedírmelo?
—En algún momento lo haría. —rozó sus labios con los míos. Mierda, odiaba cuando hacía eso. ¿Por qué simplemente no me besaba y ya? Es decir, Holaaaa, quiero besarte y tú lo pospones descaradamente. Retomé mi voz y mis cinco sentidos al momento en que la puerta principal de la casa se abrió.

— En este caso a la mierda la tradición. — enganchó mis brazos en sus hombros. Él agarre de sus manos en mi cintura es intenso.
—Espero que también me llegues a pedir que vayamos a tercera base. —alza sus tupidas y gruesas cejas mientras hace un baile con ellas. Tiene una sonrisa bobalicona en su rostro y yo inconscientemente niego con la cabeza.

— En algún momento tendrás que decirlo, sé que no soportarías tanto al no estar dentro de mí gritando y rogando a que te dé más y...

— ¡Nathan! —lo reprendo.
—Tal vez ahora lo niegues, aunque desde tu interior lo desee, pero cuando tengas un buen orgasmo de mi parte seguro estarás besando mis pies por más.
— ¿Terminaste?

— Mi hermosa, sexy y caliente novia. — Suelto un gritito de sorpresa al sentir mis pies en el aire. Me aferro al cuello de Nathan y juntos reímos bobamente. Esto sin duda era una de las pocas cosas que me pudo haber pasado en mi corta vida.
— ¿Y....?

— ¿Y? — Me miró confundido sin saber a que me refería.
— Ya bésame, pendejo. —le di un suave empujón en el pecho
—Oh, sí. — él se acercó y con ese maravilloso y delicioso beso, oficializamos nuestra relación.










Mi Acosador Secreto | PRIMERA PARTE ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora