-¿Que me habías dicho que querías estudiar?- le pregunte a William.
-Quiero tener una empresa grande de caballos, no se como explicarlo, esas empresas de carreras- me trato de explicar.
-Oh- ascendí.
-¿Y tu?- me pregunto.
-Estaba pensando en negocios, papá dijo que me pondría a cargo de su empresa- hice una mueca.
-¿Y eso es lo que tu quieres?.
Me quede callada.
-Tal vez- murmure.
-Bien, hagamos preguntas para conocernos mejor- propuse.
Estamos sentados en el árbol de siempre, el clima esta muy fresco, el día no esta tan nublado así que estar aquí resulta cómodo.
-¿Tienes hermanos?- pregunta.
-No, soy hija única- respondí.
-¿Cual es tu color favorito?- le pregunte.
-Verde- responde con rapidez.
-¿Mes favorito?- esta vez pregunto el.
-Diciembre, la ropa es mas cool.
-¿Dulce oh Salado?- le pregunte.
-Salado- responde.
-¿Comida favorita?- preguntó.
-Salmón a la plancha- respondí -¿Y la tuya?.
-Lasaña, el abuelo hace en Navidad- sonríe como un niño pequeño al responderme -¿Cual es tu mayor sueño?- me pregunta.
-Sin duda, ser una mujer muy conocida y poder tener mucho dinero para comprar lo que quiera- respondí sin dudarlo.
Su expresión cambio, pude ver una cierta parte de decepción en sus ojos.
-William ¿cuantos años tienes?- le pregunte ignorando su anterior expresión.
-23- responde.
Santa madre.
Guardamos silencio, en ese momento William se me quedo mirando fijamente hasta que voltee y lo mire.
-¿Que pasa?- le pregunto.
-De verdad me encanta como te vez con ese sombrero- dice.
Mordí mi labio.
-Seguramente es el sombrero- asegure.
-Y la persona que no trae puesto también- dice con tranquilidad.
Me quede callada, no puede continuar diciéndome esas cosas, hace que comience a dejar de odiarlo.
-¿Que solías hacer cuando vivías en la ciudad?- me pregunto.
-Pues salir con mi mejor amiga a fiestas, conocer chicos, ir de compras y cosas así- al terminar suspire.
-¿Extrañas hacer ese tipo de cosas?- pregunta.
-La verdad, si- volví a suspirar -Llevo mucho sin hablar con Daniela, mi mejor amiga.
-Desde que llegaste supongo.
-Si, la señal aquí es un asco- hice un gesto.
-Puedo arreglarlo- dice satisfecho.
De inmediato dirigí mi vista a el.
-Que- exclame -¿Como podrías hacer eso?.
-Haciendo muchas cosas, por ejemplo arreglar la antena y agregarle mas cosas- comenzó a explicar -En fin, son muchas cosas las que se tienen que hacer, pero mañana puedo ir a comprar lo necesario para que tengas señal.
-Oh por Dios- volví a exclamar.
-Mañana, si quieres acompañarme al pueblo- me propone.
Sin pensarlo me lanzo a sus brazos, sus tan marcados brazos, pero cuando me di cuenta de lo que hice me separe de golpe antes de que el respondiera al abrazo.
-¿A qué hora quedamos?- pregunte nerviosa.
-Que sea temprano, ¿a las 12?- pregunta.
-Si- ascendí.
-¿Que quieres hacer ahorita?- pregunta.
-Lo que quieras- respondí.
Entonces no habla mas, al mirarlo noto su mirada de picardía.
-Oh no- suelto una risilla para así evitar mi próximo sonroja miento.
También se ríe.
-¿Carreras?- le propongo mirando nuestros caballos.
-Hecho- dice subiéndose a su caballo, seguidamente me subí yo a Katrina.
-De aquí a el árbol que esta allá- le digo señalando un árbol en otro extremo.
-Una...dos...- antes de que terminara ya estaba adelantándome.
-Tramposa- exclama acompañado de una risa.
Gracias a mi astucia llegue primero.
Cuando llego a mi lado comenzamos a reír.
Sin decir nada empezamos a pasear por diferentes lugares.
-William, ¿podrías contarme la historia de el sombrero?- le pregunto señalando el sombrero en mi cabeza.
-Veras, ese sombrero me lo obsequio mi padre cuando estaba chiquito y comenzaba a gustarme subir a los potros- su tono de voz es tranquilo -Es una historia pequeña pero significativa, es uno de los pocos recuerdos que tengo de el- finaliza.
-¿Porque me lo has dado?- le pregunto.
-Ya te lo e dicho, me encanta como te vez con el- suelta una sonrisa pequeña.
Muerdo mi labio interno.
Seguimos paseando por un buen rato hasta llegar a casa de los abuelos.
-Bien señorita, entonces nos vemos mañana en el establo que esta atrás de la casa de mis abuelos.
-Okey- respondí.
Entonces se marcha olvidándose de una cosa.
Su típica despedida.
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Mi lección [Cancelada]
RomansaLas lecciones son aquellas que dejan una enseñanza positiva, aquellas que cambian para bien, eso exactamente es lo que necesito yo, una lección. La cual no tarda en llegar a mi vida, aunque me cueste aceptarlo se que es para mi propio bien.