Capítulo 10

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MATT


Estaba dirigiéndome hacia los sanitarios de hombres mientras caminaba por el largo pasillo, cuando de repente escuché unas voces, ahí yacía un grupo de chicos, que si no me equivoco son los del equipo de fútbol americano. Estaban rodeando a una chica... que se me hacía conocida. Estaba mirando enojada a la cara de un chico en específico. Me recargué contra los casilleros a la vez que cruzaba mis brazos, sin dejar de observar expectante lo que tenían planeado hacer.

No me sé sus jodidos nombres pero estaba más que claro que ella no quería para nada estar cerca de ellos. ¿Debería entrometerme? No puedo dejarla sola con esos idiotas definitivamente. Me comencé a acercar hacia ellos.

-Escucha Sonia... no sé qué relación tengas con ése maldito hijo de puta pero no te quiero cerca de él. -Sentenció el chico que que era el capitán del equipo.

-Cállate Brad, yo decido con quién estar. No te metas en mi vida y vete a joder a alguien más.

El chico se acercó peligrosamente a la tal Sonia y la acorraló contra la pared, aun así ella no cedió, y siguió fulminándolo con la mirada.

-De seguro ya te acostaste con él y no me sorprende, zorra. -Escupió el tal Brad mientras la miraba con descaro.
-Eres mía Sonia, que te quede claro.

-No soy tuya imbécil, parece que eso no te entra por la cabeza.

Brad sonrió con diversión. -Esa boquita...

-Si me tocas...

-¿Qué? ¿si te toco que? ¿me delatarás? ¿quién te creerá? dime. -Cuestionó con burla a la vez que su mirada se transformaba, en una llena de resentimiento. -¿Y si jugamos un rato? ¿Qué te parece si vamos a los vestidores todos juntos?, serás nuestra invitada especial. Siéntete afortunada. -Las palabras de Brad sonaron retorcidas y no dudó en tomarla con fuerza de las muñecas.

-Suéltame, no iré con ustedes. -Sabía que la chica estaba tratando de mantenerse tranquila, pero el tono de su voz delataba el miedo que sentía en realidad.

-No te pregunté. Muchachos, tómenla de ambos brazos.

Los chicos al inicio dudaron pero tal vez para encajar o impresionar al tipo con aspecto de niño rico, comenzaron a acercarse peligrosamente a ella, mientras que los nervios se reflejaban en sus rostros al igual que el de la chica.
Eso creen algunos ímbeciles. Que por el hecho de que tengan dinero creen que pueden hacer lo que les plazca y salir impunes de ello.

-Yo si fuera ustedes dejaría en paz a la chica, eso si no quieren problemas. -Dije fríamente desde donde estaba.

Todos giraron su cabeza hacia mi pero mi vista estaba clavada en aquella chica. Mi mirada pasó de ella a él chico que se llamaba Brad. Sonreí con malicia al ver que sería sencillo romperle todos sus dientes de niño rico.

-¿Y tú quién te crees que eres? -Preguntó aquél tipo, que en mi vida había visto.

Me acerqué lentamente y le encaré, le di mi mirada más severa y lo esquivé para llegar a la chica.
Ella sintió alivio.

-¿Vas a dejar que te falte al respeto? -Preguntaron algunos de sus amigos.

-Ni siquiera sé por qué se mete, aunque tu chica sea una puta no tiene porque acercarse a ella siquiera. -Respondió otro chico y estaba decidido desde el momento en que abrió la maldita boca.

Me acerqué a él, para darle un fuerte puñetazo en la mandíbula. El imbécil cayó al suelo y el capitán del equipo se me echó encima rápidamente.

EL BØXEADØR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora