Capítulo 33

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ROSSEL


–Pero si ocurre algo llamanos Sonia ¿de acuerdo? –Ryan talló su nuca nervioso sin dejar de ver a lo lejos a Damon.

–Lo haré no se preocupen... –Respondí con suavidad antes de girarme sobre mis talones para caminar hacia Damon, que ya se encontraba solo.

–¿Todo esta bien? –Le pregunto al llegar a su lado.

–¿Ahora te preocupas por mi? –Es inevitable que una pequeña sonrisa se asome en sus labios.

Espero que no sea egocéntrico.

–Intento ser amable. –Pongo los ojos en blanco.

–Todo bien. –Asiente con la cabeza y mira hacia la salida. –Después de ti... –Me dirige una rápida mirada y carraspeo levemente antes de caminar delante de él.

Salimos del lugar en completo silencio, y estuvimos caminando un buen rato sin pronunciar alguna palabra, me sentía nerviosa de alguna manera, tenía que dejar las cosas claras con Damon si algo llegaba a suceder, en cierto punto me costaba saber cuales eran sus intenciones, al menos en estos momentos. Él no parecía expresarse mucho.

–¿Exactamente a dónde vamos? –Pregunté de repente, notando la luna sobre nosotros.

–A mi moto.

–¿Te costó encontrar dónde estacionarla? –Pregunté mirando alrededor buscándola aparcada en algún lugar.

De su garganta emana una pequeña risa que me hace mirarlo un minuto.

–No. Está estacionada frente a mi departamento.

Me detengo abruptamente y Damon despues de un segundo detiene sus pasos para girarse en mi dirección al ver que ya no caminaba a su lado,

–¿Qué? –Me miró elevando una ceja. No mostraba en lo absoluto diversión.

–¿Esto es una especie de... jugada? ¿O trampa? –Lo observé con seriedad mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho. Sus ojos me miraron sin expresar nada y eso me puso los pelos de punta por un momento. –Si es así, será mejor que regrese con mis amigos.

Estaba por darle la espalda y volver al club, cuando su voz me detuvo.

–Nunca dije que te llevaría a mi departamento. Vamos solamente por mi moto. Sé que no nos conocemos del todo, pero te puedo asegurar que mis intenciones contigo son... buenas. –Apartó la mirada un segundo al ver que yo le miraba algo... sorprendida.

¿Ya mencioné que él no parecía ser de esos que se expresan?
Nos volvimos a quedar en silencio y despues de suspirar por la bajo caminé hacia él hasta colocarme nuevamente a su lado.

–De acuerdo Damon...

Sus ojos azules me miraron sin demostrar aún nada, pero algo en su voz me dio la confianza que me había dado hace media hora en el club.

Al retomar nuestro camino, me fue imposible no mirarle aunque sea un poco... aprecié con sutileza, desde su oscuro cabello ligeramente ondulado hasta su fino perfil, sus pestañas gruesas, que a pesar de ser largas no impedían que se admirase el bello color azul intenso de sus ojos, discretamente miré su boca...
Sus labios eran delgados y tan malditamente perfectos que te hacían preguntarte como sería probarlos. Pensar lo último me dejo molesta y  pasmada a la vez.

《Debe ser el alcohol en mi sangre.》 Traté de convencerme con ese pensamiento pero la verdad es que todo en Damon me gritaba conóceme. Admírame...

EL BØXEADØR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora