Capítulo 22

7.6K 413 49
                                    

Ambos nos observábamos con intensidad desde donde nos encontrábamos. Suspiré al verla. Yo no creo que pueda hablar con Rossel, no sé cómo podría terminar esto. Trataba de mantener mi semblante en blanco, me mantenía serio, pero sentía que a pesar de eso, ella sabría lo que callaba tan sólo con intercambiar miradas, no quería que Rossel viese como me sentía realmente, ocultar todos mis sentimientos y emociones sería la única opción que tenía para que ella no me rompiese el corazón.

-Rossel. -Hablé con dureza, mientras la observaba desde lo alto de la escalera. Estaba nervioso, no lo voy a negar.

-Dios, te busqué por todas partes, pero... -Habló rápidamente, pero al ver como me encontraba se detuvo abruptamente. Rossel apartó la mirada de mi cuerpo para posarla en mi rostro, inconsientemente alcé una ceja. Pero al percatarme de eso inmediatamente me puse serio.

-¿Qué haces aquí? -Cuestioné con fingido fastidio, cuando en realidad era todo lo contrario, estaba feliz de verla y tenerla aquí frente a mi, casi sentía que podía respirar mejor. Al ver el rumbo que tomaban mis pensamientos y emociones me reprendí. No debo sentir eso, no debo... pero sé que soy débil gracias a todas mis malas experiencias.

-Jordan, me preocupé como no tienes una idea, temía que algo te hubiese sucedido, temía que te hubieses... ido, y yo... -Su voz se quebró y pude notar que sus ojos comenzaban a verse llorosos. Ella trataba de contenerse para no llorar a la vez que bajaba la mirada hacia el suelo. Sentí como mi corazón se quebró al verla así, entre abrí mis labios a la vez que trataba de mantener mi semblante serio. No sabía que pensar en estos momentos, bajé las escaleras a la vez que inspiraba hondo.

-Rossel, no es un buen momento... además, no tienes que darme ninguna explicación. -Fruncí el ceño a ver como ella me miraba de repente molesta, dolida.

-¡Joder! Deja de actuar así, tú no me diste tiempo ni la oportunidad de decirte lo que pensaba o lo que sentía, el día que ambos nos encontrábamos en los pasillos de la universidad, me tomaste por sorpresa, yo nunca quise hacerte daño... simplemente no podría hacerte tal cosa...

Al estar frente a ella le respondí con frialdad. -Será mejor que te vayas.

-No lo haré Jordan. -Sentenció. Sus ojos grises me observaban con decisión, pero al ver que yo no respondía suspiró débilmente, apartando la mirada. -Debes luchar por lo que quieres. -Dijo finalmente, logrando ponerme tenso. Me quedé quieto al escuchar aquello. Y sentí mi corazón latir con más fuerza.

-Debes dejar el pasado en el pasado Rossel... -Sacudí ligeramente mi cabeza. Joder... debía calmarme.

-Sé lo que siento por ti, sé que me gustas mucho. No tengo dudas de ello, y es por eso que te he buscado sin parar, es por eso que quise conocerte, es por eso que yo cada vez que te veo siento un mar de emociones, me haces sentir bien. Cuando te fuiste... me sentía terrible, quería arreglar las cosas, quería explicarte todo. -Continuó hablando mientras yo sólo la observaba. Joder, quería abrazarla, quería... pero mi orgullo era demasiado que me negaba a ello. Fruncí mis labios con frustración a la vez que cerraba nuevamente mis puños.

-Rossel... -Advertí.

-No Jordan, no puedes echarme así de tu vida... -Me miró fijamente. -No cuando tú ya estas bajo mi piel sin siquiera haberte dado cuenta.

La miré con dolor, pero al ver lo que estaba haciendo volví a mi fachada de frialdad, tratando de mantenerla así.

-No me gustas más... -Murmuré, mientras la observaba intensamente. Entonces, vi como ella bajaba la mirada hacia sus manos, que se retorcían entre sí. -Hice lo que me dijiste, hablé con Anabelle, y sé que es ella con quien yo quiero estar. -Mentí, sintiendo de repente un nudo en la boca de mi estomago. Odiaba a Anabelle como no se podía imaginar, pero no sabía que otra cosa decirle.

-Jordan... -Dijo débilmente alzando su mirada, sus ojos estaban llorosos, y supe que la había destrozado con lo que había dicho. -Mírame a los ojos y dime que no sientes lo mismo. Mírame y dime que quieres que salga por completo de tu vida y lo haré... si eso es de verdad lo que quieres lo haré... -Murmuró con tristeza mientras se acercaba a mí. Me puse rígido de repente al ver que la distancia que había entre nosotros era poca, nos mirábamos fijamente, muchas emociones nos golpeaban a ambos... y supe en ese momento que ella era y podría ser mi perdición así como yo la de ella, si no me alejaba... si no la alejaba de mi terrible persona. Miré por unos segundos sus labios. Quería besarla, quería probar por fin sus bellos y perfectos labios, quería perderme en su cuerpo, quería hacerla mía, y solo una corta distancia era lo que nos separaba.

Cerré mis puños con fuerza. Esto será lo mejor para ambos, sólo así ella podrá ser feliz, sé perfectamente que no tendrá una buena vida si esta conmigo, estoy roto y siento que no tengo arreglo, soy un desastre, siempre termino destruyendo lo que toco... No hay que ser muy obdervador para darse cuenta de que no la merezco.

-Ya no siento lo mismo que antes Rossel... te quiero fuera de mi vida, si estas conmigo sólo provocaras que te haga daño... sigue con tu vida quieres? y déjame en el pasado... -Murmuré lo último con dificultad a la vez que giraba sobre mis talones para subir las escaleras. Escuché el caminar de sus pasos y al escuchar el cerrar de la puerta fue ahí cuando voltee para observar la entrada completamente sola a excepción de mi presencia. Al escuchar el rugir de un motor controlé mis impulsos para no ir tras ella. Controlé mis emociones y me recordé que esto era lo mejor para los dos. Era lo mejor para ella.

Al llegar a mi habitación me tiré en la cama, y cerré mis ojos con frustración. Llevé mis manos a mi rostro.

Sigo teniendo este enorme vacío.

Suspiré débilmente sintiendo de repente un nudo en la garganta...

Realmente estoy decepcionado de mi mismo.




EL BØXEADØR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora