Capítulo 32

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ROSSEL

Quisiera no sentir. 

Maldición... preferiría no tener corazón... siempre terminan haciendome daño. ¿Por qué la vida no puede ser más sencilla?

Tallé mi rostro con frustración y suspiré. Es muy difícil llevar las situaciones sola. Miré mi habitación completamente oscura a excepción de un rayo de luz que se asomaba por la ventana proveniente de la luna.

《Estoy sola.》

Y lloré...

Lloré con mucha nostalgia. ¿Qué pasaría si se perdía a Ethan? No es justo. No es justo que apenas me diga lo que siente, no cuando yo estaba enamorándome de alguien más.

(...)

Unos golpes en la puerta de mi habitación me despertaron. Pestañee varias veces tratando de acostumbrarme nuevamente a la oscuridad, encendí mi celular y el brillo me cegó unos segundos. 11 de la noche. ¿Dormí 3 horas? Vi que tenía veinte llamadas perdidas: catorce de Ethan, cinco de Ryan y siete de Nora.

Volvieron a golpear mi puerta, y me levanté caminando hacia ella abriéndola.

–¿Nora?¿Qué haces aquí? –Fruncí mi ceño algo adormilada.

–Te llamé varias veces, pero no me contestabas –Se disculpó –¿Estás bien?

–¿Por qué dices? –La miré fijamente y ella me sonrió tristemente.

–Ethan me llamó... estaba preocupado. –Los ojos verdes de Nora analizaron mi rostro buscando la razón.

No respondí, estaba segura de que él le había dicho todo. Me giré sobre mis talones y me volví a acostar en la cama envolviéndome en mis cobijas.

–¿Sonia, qué ha pasado? –Me sacudió ella con suavidad. –Sé que has estado llorado.

《¿Entonces no le dijiste nada Ethan?》Pensé para mis adentros y gruñí contra la almohada. Después de unos segundos miré a Nora. Estaba muy arreglada.

–Te ves muy linda con ese vestido, ¿saldrás? –Le dije eso porque era cierto, siempre ha sido hermosa, y ese vestido verde la hacía destacar, sobretodo con su cabello rubio suelto echo en ondas.

–Ryan quiere que salgamos los tres a un club llamado Tender. Tienes que venir con nosotros sí o sí. Y gracias, –Me sonrió –Pero no trates de cambiarme el tema halagándome. Responde mi pregunta. –Me miró con tenacidad.

–Me besó. Eso fue lo que pasó. –Aparté la mirada de su rostro que pasó de uno calculador a uno claramente sorprendido.

–¿Qué? ¡Por dios! –Sus ojos comenzaron a brillar de emoción. –¡Ya era hora!

–¡No! Eso es malo. –Negué con la cabeza y volví a cubrir mi rostro con mis manos. –Lo rechacé Nora, no podía corresponderle.

–Pero Sonia, desde hace mucho le gustas... él me lo ha dicho varias veces, sé que por ti haría lo que sea. –Me sonrió con tristeza. –Quizás debas darle una oportunidad... Ethan siempre ha estado ahí para ti, podría hacerte muy feliz, estoy segura.

EL BØXEADØR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora