Capítulo 12

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Fruncí mi ceño con frialdad. «¿Por qué pienso en ella?» Me recriminé.

No puede llamarme la atención. ¿Pero qué carajos me pasa...? Es sólo otra chica más. El que haya hablado contigo no significa nada. Cumpliste con la apuesta.
《Detesto siquiera imaginarmela.》Puse los ojos en blanco. Qué va, ni yo me creo eso.


Aunque claro, quizás sea buena en el sexo. Tiene... un cuerpo de puta madre a decir verdad. Me recargué contra la pared y miré por la ventana, el paisaje que rodeaba la mansión. Al encender un cigarro dí una larga calada. Y entonces me permití pensar en ella sólo un poco...

Pensé en sus ojos, quedándome en silencio un momento.

Si, sus ojos son jodidamente hermosos. Probablemente los mejores que he visto. Expulsé el humo por la boca y di otra calada a mi cigarro.

Su boca...

Definitivamente sus labios voluminosos y rosados se ven apatecibles. Admito que me he preguntado ya varias veces qué tal besa. Sería muy estúpido negarlo.

Pasé una mano por mi cabello y fruncí levemente mi ceño. Pensando ahora en su larga cabellera castaña, brillante.
Y sin querer me imaginé tirando de su cabello con fuerza mientras ella ge...

Eliminé rápidamente esos pensamientos. Ella dejó muy en claro que no se acostaría conmigo. Tengo que respetarla. Y lo haré. Pero igual, ¿quién dice que no se puede arrepentir?

Expulsé el humo que estaba conteniendo e inconscientemente lamí mi labio inferior. No quiero nada con Rossel. No me interesa ni para una amistad ni mucho menos para una relación. Pero acepto que me gustaría follarmela.

Seguí mirando por la ventana hasta que me acabé mi cigarrillo.

En eso se escucha el rugir de un motor al igual que el sonido de la puerta principal abriéndose y cerrándose.

Guardo mi cenicero en el cajón de mi escritorio y bajo lentamente las escaleras para recibirlo, él estaba dejando las llaves sobre la pequeña mesa de la entrada, aún no me había visto hasta que llegué a su lado.

-¿Qué tal te fue?

Él me miró con sorna mientras se quitaba su chaqueta. ¿Acaso mi pregunta fue muy mala?

-Me fue bien, gracias. -Dijo con pequeña sonrisa, falsa en su totalidad. ¿Será idiota y cree que no lo conozco?

-¿Qué sucede Matt? -Cuestioné con firmeza para que de una vez por todas me dijera que pasaba.

Él soltó un pequeño suspiro mientras bajaba la mirada.

-Me han llamado del hospital cuando venía de camino para acá... Cassie... -Dijo con el semblante duro mientras apretaba fuertemente sus puños haciendo que sus nudillos se pusieran blancos. -Cassie intentó quitarse la vida, por suerte Jean la encontró antes de que fuera demasiado tarde, fui a verla cuándo estaba internada, pero obviamente no estaba despierta. -La tristeza era clara en su voz, sabía que le estaba costando un mundo no quebrarse por casi perder a su hermana.

»Me siento impotente Jordan... ella es parte importante de mi vida y si ya no estuviera... maldita sea... -Se giró para evitar mi mirada. Me sorprendía como enterarse de eso lo doblegó, como le afectó la noticia, pero a la vez no esperaba menos de él, Matt es una de las pocas personas que conozco que se preocupan por lo demás antes que preocuparse por si mismos. Y él es noble con los de su círculo.

No podía articular palabra alguna, estaba desconcertado. ¿Cassie intentando quitarse la vida? ¿Por qué razón lo hizo?

-Matt. -La preocupación en mi voz logró llamar su atención -¿Por qué lo hizo? ¿Le preguntaste a Jean?

EL BØXEADØR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora