Capítulo 31

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ROSSEL

De pequeña, las niñas al igual que los niños de la primaria la molestaban y de todos él fue el único que se acercó a defenderla...

-¿Estas bien? -Le preguntó aquél niño de cabello castaño, ella le miró desde abajo, limpiándose las lágrimas con sus pequeñas manos asintió levemente.

-Gracias... -Respondió apenada. Lo conocía. Ya lo había visto jugar soccer. Ethan Wells. ¿Cómo no reconocerlo? Él era uno de los niños más lindos de su escuela. Sonia se avergonzó por su apariencia, seguramente se veía desatrosa. Su cabello se encontraba completamente mojado al igual que su playera. Billy Morgan le había derramado su jugo de frutas a proposito.

-Ven... vamos a secarte. -Respondió el niño ayudándola a ponserse de pie.

Al llegar a los baños él se aseguró de que no hubiese maestros cerca para que no los regañasen.

-¿Cómo te llamas? -Le preguntó a ella mientras tomaba varias toallas de papel para limpiar el rostro de la niña.

-S-Sonia -Dijo, sonrojándose porque él estaba muy cerca.

-Yo soy Ethan.

-Lo sé... -Respondió ella sintiendo arder sus mejillas cuando él le limpió sus ojos con la toalla, haciendo contacto visual.

-B-Bueno, es que a la mayoría de las niñas les gustas, p-por eso digo. -Respondió ella rápidamente haciendo que Ethan sonriera. Y Sonia pensó en ese momento que él tenía la sonrisa más linda que alguna vez pudo haber visto. Lo mejor de todo, es que era para ella.

-Eres muy tierna. -Se alejó él haciendo que ella se sonrojase nuevamente. -Tal vez le gustes a varios niños también.

-No creo que eso sea cierto. -Murmuró Sonia. Nadie se le acercaba en esa escuela. Parecía que todos la odiaban. Se burlaban de ella y le hacían la vida imposible cada vez que podían.

-¿Por qué? Si eres bonita. -Dijo él tirando a la basura las toallas de papel, para después volver a posar su mirada en ella. Pero claro que él pensaba que Sonia era muy linda. Le gustaban sus ojos grises. Su cabello agarrado en dos coletas. Y su boquita, sus labios eran rosados y rellenos.

Ethan inconscientemente lamió su labio inferior.

-P-Por lo que pasó en la cafetería, tú pudiste comprobar que la mayoría se reía de mi. Soy una burla. -Dijo ella haciendo un puchero triste.

-No te molestarán de nuevo. No conmigo estando a tu lado. -Respondió él tomando su mano.

A partir de ese momento, se volvieron amigos.

***

Me encontraba conduciendo hacia el cuadrilat acompañando a mi mejor amigo Ethan...

Me recargué en el asiento, recordando la conversación de hace unos momentos...

-Hola. -Me sonrió en cuanto le abrí la puerta de mi casa. Pero su sonrisa desapareció al ver mi expresión (seguramente cansada). -¿Estas bien? -Me preguntó mi amigo.

EL BØXEADØR ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora