EL BØXEADØR ©

Capítulo 41

El hijo se encontraba frente a frente a su padre, ninguno de los dos disfrutaba el hecho de verse, de hablar, de interactuar, pero el negocio era lo más importante para uno de ellos, la cabeza de todas las operaciones, acuerdos y disturbios. Uno mandaba. Y éste tenía que encargarse de que su sangre no jodiera las cosas, le interesaba más mantener su legado invicto; le costaría la vida por un simple error, así que si tenía que matar a su único heredero, lo haría. Pero había confianza, lo entrenó precisamente para no fallar, el chico se había ganado ese voto mas no su respeto, no había nada mas de por medio que le impidiera no ponerle una bala en la frente. No amaba a su hijo, la familia no era lo más importante como en la maldita mafia italiana. Sólo son herramientas para obetener lo que quiere, un medio para un fin.

***

DAMON

—¿Te has encargado de lo que te pedí?

—Sí.

—¿Y ella, no sospecha nada?

—No.

—Bien.

—Pero tenemos un inconveniente.

—... ¿Inconveniente?

—Sí. Pienso que eso causará problemas.

—Y exactamente qué es.

—Hay un tipo. Es cercano a ella, y creo que él ya se ha dado cuenta.

—¿Y qué te preocupa? Un tipo cualquiera lo intuye, ¿qué hará contra ti?

Me quedé en silencio, dado que a él no le gusta que lo interrumpan.

—Debe ser un imbécil que está enamorado de ella. Qué más da. Esos cabrones se meten hasta donde no y hacen lo que sea con tal de llevarselas a la cama.

Dirigí mi mirada hacia la de él. Mi rostro se mostró inmutable.

—Es más que eso. Es quien enfrenté en el cuadrilat... —Me daba la espalda, por lo que no pude ver su expresión. Aun así, supuse que él ya sabía a que me refería, y que no estaba feliz con la idea.

—... ¿El maldito américano?

Hubo silencio por un minuto, y de repente sus frías carcajadas llenaron la habitación, de igual manera no pude evitar sentir la tensión.

—Esa pelea fue un asco sin duda, me avergonzaste, no diste ni el más mínimo esfuerzo, te costó el poco respeto que alguna vez llegué a sentir y de colegas míos... muy importantes.
Está de mas decirlo DAMON.

—Lo sé... —Maldita sea, la furia me estaba rodeando, siempre ha sido así.

Desde niño, el siempre quiso que yo fuese de tal forma, me obligaba a cumplir todas sus expectativas sin importar nada... lo odiaba en lo mas profundo de mi alma. Pero estaba atado, mi vida estaba atada a la suya desde que nací; para mi desgracia o fortuna, nací siendo varón, fui lo que exigió a mi madre cuando se casaron. Nunca tuve una jodida niñez... el hombre frente a mi... era uno de los hombres con mayor influencia en éste país y en Rusia.
Pero para mi no era nadie... ojalá no fuese nada mío. Ojalá fuese diferente mi vida.

—Tienes una oportunidad, ¿aún no la ves? Úsala.

—Respecto a qué. —Respondí con seriedad.

—Lo que vas a hacer es seguir con el maldito plan, matarás dos pájaros de un tiro, a la maldita perra y a ése bastardo.

—Qué sucedió con el "Aquí no tendrá que morir nadie."

—Eso "hijo mío", será tu as bajo la manga. Mientras tanto, sigue haciendo lo que haces, no es tan dificil enamorar a una puta... esa tal Sonia Rossel, quiero que sufra, lo has oído. Respecto a "Jordan Harrison" recibirá su merecido viendo como ella se rompe poco a poco. Está enamorado; ¡Já! Muertos al final por esa mierda del amor.

No había nada que decir. Me salí de la oficina de mi padre y me dirigí a mi habitación, con una sed tremenda agarré el vodka de mi mesa y le di un largo trago sintiendo un de poco ardor en la garganta.
Estaba harto. De ser la sombra de esa escoria que se hace llamar padre. Harto de no poder decidir sobre mi vida.
Harto de no tener normalidad y tranquilidad en mis días...

Y ahora, tenía que matar a 2 personas inocentes.

Sé bien que sólo son negocios. Carajo, pero como pesaba en mi maldita conciencia. Quería destrozar todo a mi alrededor de la furia que sentía. Cerré mis ojos sintiendo una punzada, un recuerdo vino a mi mente con tal velocidad que casi sentí que rompería el pequeño vaso entre mis dedos.

—¡TE ENTRENÉ PARA MATAR! HAZ TU MALDITO TRABAJO. SINO QUIEN PAGARÁ CON SU VIDA SERÁS TÚ!

Un fuerte golpe me adormeció los sentidos, mi papá me estaba golpeando con su bastón bañado en oro. Intenté cubrirme la cabeza e hice mi cuerpo un ovillo.

—¡No te cubras el cuerpo como un cobarde. Aprende a recibir el dolor. ¡Eres una maldita verguenza!

—P-Papá... yo no quiero hacer esto. No quiero m-matar a nadie. —Era inevitable, las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Había visto en libros que los niños no debían hacer cosas como estas, debían jugar, reir con sus padres y y ser amigos de otros niños.
¿Entonces, por qué me estaba pasando esto? No lo entendía.

—Harás lo que te ordeno. De lo contrario. Te mataré. ¡¿Ha quedado claro?!

—T-Te o-odio... ¡Te odio!—Lo miré sintiendo un nudo en la garganta tremendo. Sollozaba, no podía controlar mis emociones. Él dio dos paso largos y rápidos hacia mi, levantándome con una sola mano, mientras con la otra estrellaba su puño contra mi cara. No sabía en que momento había soltado el bastón, pero sin duda me dolió más recibir aquellos puñetazos. Eran firmes, duros comos piedras. Sentí que ardía mi cara, me dolía la cabeza y me zumbaban los oídos. Pero pude ver la furia en sus ojos vacíos, sin remordimiento alguno.

—¡EN TU VIDA ME VUELVAS A HABLAR ASÍ MALDITO IDIOTA, PEDAZO DE PORQUERÍA! SOY TU JEFE Y TÚ LA MIERDA EN MI ZAPATO. ¡¿ME ESCUCHASTE?!

Ya no pensaba. Ya no oía nada. Todo lo que recuerdo fue el sabor metálico de la sangre en mi boca, el ardor de las heridas provocadas, la carne lastimada. Y golpe... tras golpe... tras golpe...

—Eres basura y siempre serás basura.

Había sido lo último que escuché hasta perder el conocimiento, y todo ha sido oscuridad después de eso.

Deje el vaso vacío en la mesa y me largué de ese maldito lugar. No lo soportaba más. Tenía que ir a verla... no sé bien porque me vino ella a la mente, pero al menos por ahora, era como el calor en mi alma, el alivio de mis noches.

***

Hola, ¿he vuelto? Espero que sí, han pasado muchas cosas en estos meses y meses que estuve sin actualizar. Todo escritor, persona, tiene una vida fuera de los libros. Pero siempre estaba en mi mente volver a escribir. No puedo simplemente dejarlo. No quiero.

Gracias a los fieles lectores que han aguardado y motivado. Ustedes son el tipo de personas que los escritores aprecian tener en su vida. Gracias por la paciencia y el entendimiento.
Esperen el siguiente capítulo. Este libro se acaba por que se acaba.
Estamos muy cerca del final.🖤

Atte. LuckyEight8