7: Odio.

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¿Qué quieren que les diga?, ¿Qué me sentía feliz después de todo porque vi a quien por un tiempo me sentí enamorado? ¡Claro que no! El amor no existe, solo el sufrimiento, el hecho de que todo el mundo se tiene que emparejar es por el simple apareamiento, maldita sea.

Sé que se me olvida decirles algo... ¡Ah! Lo golpee en el rostro, justo en el hocico, antes de que terminara aquel color negro proveniente de su nariz, justo allí. Y lo disfrute, mucho. Así como un niño disfruta la navidad, pues le traerán el juguete que estuvo deseando todo el año. Así como un empleado sale temprano de trabajar y es fin de semana, y es día de pago para acabar. Así como un padre disfruta el ver crecer a su hijo y que este le diga "Papá" por primera vez. Así lo disfrute, lo disfrute mucho.

Sin decir nada, simplemente me retire como si nada, como si aquel estúpido zorro rojo fuese otro profesor, me encantó verlo en shock al ver cómo le golpee, creo que estaba sangrando. Todo era perfecto, nadie me había visto y tenía que irme a mi casa, sería perfecto... Hasta que.

- ¡Thomas! ¡Vuelve! - Exclamo el zorro corriendo hacia mí, tomando mi brazo en pleno pasillo y jalándome para que me diera vuelta. ¿Qué carajos pensaba?

-Mente de Louis-----------------------------------------------------------

Me sentía el "AA" más feliz del mundo al ver a mi lobo favorito, a mi amado lobo de nuevo, lo iba a abrazar hasta sacarle el relleno y apapacharlo, apapacharlo de la forma que jamás se me fue permitido. Pero algo me detuvo, ese golpe en mi hocico, me dolió, no solo porque fue un buen golpe, me golpeo no solo en el hocico, también en el corazón.

No podía quedarme de pie, tenía que ir tras él. Y eso hice.

- ¡Thomas! ¡Vuelve! - Le grite, jalando su brazo para obligarle a verme. El hocico me sangraba, por lo que malamente sorbí la sangre. ¿Qué le había sucedido a mi lindo lobo?

Tanto tiempo sin verme, obviamente le dolería, pero jamás pensé que lo volvería alguien frio, más de lo que ya era. Había hecho un monstruo.

-Mente de Thomas------------------------------------------------------

- ¡¿Que mierda quieres?! - Grite con lágrimas en los ojos, ya no lo soportaba. Ese maldito, no lo soporto, no lo quiero. ¡Quiero que se desaparezca de nuevo!

- ¡Aléjate de mí, Louis! - Grite jalando de mi brazo, ¿Pero que creen? Él era más fuerte que yo, no creo que este haciendo fuerza para detenerme.

- No, déjame hablar mínimo. Además, ¿Por qué me golpeaste? Esperaba todo de ti, menos un golpe, ¡me dolió! - Exclamo un poco impresionado, no sabía cómo reaccionaría yo.

- Porque te odio, te odio con toda mi alma. - Exclame de forma fría. No lo soporte, lo comencé a golpear múltiples veces en el pecho, pues no soportaba verlo, quería que se desvaneciera de mi vida, que se borrara como un archivo mal hecho, el cual puedes poner en deshacer y listo, no volverá a existir nunca más. Pero el bastardo será mi profesor de literatura, algo me dice que faltare a esta clase, si, lo hare, no asistiré a literatura.

- ¿Y por qué me odias? - Pregunto un poco desolado y con el corazón roto, aunque era de esas roturas que se pegan con cinta adhesiva.

- ¡Porque amo a alguien más! Deja de seguirme, pues jamás te corresponderé de nuevo. - Grite alejándome de la escena, notando a Trabis a lo lejos.- Hey Thomas, vas a- - Le interrumpí besándole en los labios, de una forma tan apasionada que haría que el contrario se quedara inmóvil, que permaneciera mirándome, que se le rompiera el corazón. Todo iba bien, hasta que Trabis me empujo.

Soy Doble ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora