12: Juntos.

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Se lo que estarán pensando, aunque no soy del todo un mago o un vidente, pero tendrán en mente que terminamos haciéndolo de nuevo. Déjenme decirles que... Sí. Solo que, ahora era un poco más por pasión que por amor, pues termino cambiándome de posición, colocándome boca abajo y levantando mis caderas un poco.

Y sí, me duele más de lo que me dolía hace unas horas. Ya ni sentarme puedo, mierda. Dice el idiota que le pedí más y más, al grado de que casi dábamos ligeros saltitos en la cama. Yo no recuerdo haberle pedido que mediera más duro, claro que no. Pero bueno, lo hecho estaba hecho,ahora solo era de pasar el fin de semana con el zorro.

Todo era felicidad hasta que...

- ¿Thomas? – Me llamo el zorro de orbes dorados para mostrarme un mensaje de texto provenientede su celular. Tenía una conversación con mi padre y... ¿Mi padre?¿Cómo consiguió su número? Debí preguntarle ayer, pues ayer también me lo mostró. En fin, retomando.

Tenía un mensaje donde Louis le pedía permiso de que me quedara a vivir con él, pero se negó.

- Obvio, jamás me dejaría vivir contigo, apenas lo conozco por meses. – El zorro me callo con un beso y me lo mostró nuevamente. Ahora se veía las razones por las que quería que viviera con el zorro. ¿Cómo reaccionarían sus padres si su pareja les acaba de decir que les quitaron la virginidad y por eso necesitan vivir con él? Furiosos, ¿no? Pues a Frank no le pareció para nada ofensivo.

Es más, dejo que Louis viviera con nosotros, mientras no se calentara demasiado el asunto mientras él estuviese allí.

- ¿No son buenas noticias?– Pregunto el zorro abrazándome cual osito de felpa. Sentía como mi rostro hervía de pena y furia al mismo tiempo, cocinaría tu plato favorito en mi cabeza, aunque no te aseguro de que no salga con pelos.

- Si, las mejores... -Respondí con sarcasmo, por lo que él se sentó en el sillón, sentándome con él y besando mis labios de forma cariñosa. Aunque, el idiota me lastimo el culo, razón por la que termino besándome de aquella forma. Que considerado.

- Entonces, vamos para allá.– Exclamo levantándose con cuidado y dejándome en su lugar. Se dirigió a su alcoba, quizás a sacar todo tipo de vestimenta para acoplarse a mi casa. Al final salió con una maleta llena de ropa y con una caja con su computador y unos libros, todo holográfico.

- Oye, nunca te di el sí...- Susurre mirándolo y cruzándome de brazo, obviamente si queríavivir con él, tendría que ser a solas, aunque termine partiéndomeen cuatro de tanto que me folle. Aun así, que mi padre me vea con el quizás le parecerá un poco incómodo.

- Pero tu papi si, así que iremos a vivir a tu casa. – Susurro en mis labios, y cuando me refiero que en mis labios, literalmente, unió su boca a la mía. Incluso aprovecho para besarme de forma corta pero tierna.

- Esta bien... Vamos. –Exclame alzando los brazos como si fuese un bebe en auxilio de su madre o que solo necesita un poco de atención. Este sonrió y me cargó, colocándome en la misma posición de doncella en apuros.

Pasaron aproximadamente tres horas para llegar a mi casa, pues el tacaño no quiso pagar un taxi cualquiera y me llevo cargando, siendo el hazmereir de la casi todala ciudad. Al llegar, toco la puerta y espero a que mi padre llegue,aunque seguian en los brazos del idiota. Entonces, la puerta se abre y deja ver a mi padre con una bata, parece que acababa de darse un baño.

Soy Doble ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora