Artis gratia ars (Longfic SasoSaku)

Primera vez

Advertencia: Lemon.

/*/•/*/•/*/

El día había pasado tan rápido que parecía haberse aliado con los deseos de Sakura y Sasori, que, por supuesto, no se atrevían a decir. Tal vez también había influido el hecho de que Sasori le había ayudado a Sakura a verter el veneno en las diversas marionetas que se encontraban en la casa. Sakura se había convencido - y Sasori había preferido no sacarla de su error - de que esas marionetas serían una gran ayuda para la revolución de Konoha. Añadido a ese asunto, Sakura le había enseñado a Sasori a preparar el antídoto para su propio veneno; siempre existía la posibilidad de envenenarse con su propio trabajo. Para Chiyo, aquel día había sido especial: no sólo Sasori y Sakura habían dejado de discutir, sino que ya se apoyaban el uno al otro. Evidentemente, ninguno de los dos le había contado lo que había ocurrido la noche anterior.

- Ya es algo tarde para que sigan despiertos, muchachos. - dijo Chiyo en punto de las once de la noche. - Será mejor que se duermen, pronto, ya trabajaron demasiado por hoy.

Sasori y Sakura, quienes se habían sumido en la preparación del antídoto, apenas asintieron. Sin embargo, cuando Chiyo se quedó en silencio, ambos sintieron cómo la privacidad los alcanzaba. Sasori sabía que una vez dormida, su abuela no escuchaba nada de lo que sucediera a su alrededor, así que podían hablar cuanto quisieran o de lo quisieran. Aunque, honestamente, a Sakura se le había ocurrido una mejor manera de pasar la noche y terminar lo que habían dejado pendiente.

Sasori no había podido borrar de su mente las caricias de Sakura sobre su torso y los delicados besos que le habían robado el pensamiento y la cordura. Asimismo, Sakura no había dejado de morderse el labio cada vez que Sasori giraba el rostro para mirarla con atención mientras ella trataba de explicarle algo; tanta cercanía la ponía nerviosa.

El deseo de nuevamente besarlo llegó justo cuando transcurrieron ocho minutos después de que Chiyo se durmiera. Sasori había permanecido en silencio todo ese tiempo, meneando con suavidad el tubo de ensayo que Sakura le había dado para preparar el antídoto. Sabía que el color verde que estaba adquiriendo el líquido en el tubo era el correcto, pero no podía evitar mezclar más cuando Sakura estaba ahí, mirándolo de esa forma, como si quisiera ver a través de él, alarmándolo sin medida. Finalmente, vertió el contenido en un vaso de precipitado y se lo enseñó a Sakura, quien parpadeó para prestarle atención al trabajo de Sasori.

Enrojeció un poco cuando notó la firme mirada de Sasori; por supuesto, a él no le interesaba besarla de nuevo, sólo quería que calificara su trabajo. A pesar de que el líquido había sido escaso, lo había hecho a la perfección.

- Está muy bien, parece eficaz. - contestó Sakura sonriéndole. - ¿Qué te parece si lo probamos mañana? - sugirió poniéndose de pie para recargarse sobre la mesa y así quedar de frente a Sasori.

Él la miró un tanto desilusionado.

- ¿Ya tienes sueño? - preguntó Sasori sin poder evitarlo.

Sakura enrojeció ante esa pregunta. Sabía que, inconscientemente, Sasori estaba haciéndole una pregunta de doble filo: si le decía que sí, probablemente se despediría de ella y la dejaría dormir, arruinando así sus ardientes deseos por besarlo una vez más. Empero, si le decía que no, él querría seguir con los experimentos y era algo que a ella, en esos momentos, no le importaba lo suficiente como para desvelarse.

Giró el rostro tratando de evitar la mirada de Sasori. Era increíble que no se diera cuenta de lo que sus ojos le provocaban, sobre todo cuando no la miraba con indiferencia, cuando la miraba con interés o con cualquier otro sentimiento. Sus ojos eran lo que más la controlaban.