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La Comunidad del Anillo.

''Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.

Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra.

Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.

Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden la Sombras.

Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos a las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras''.

Kira se encontraba debatiendo sobre la misión de Frodo, había decidido, desde que Gandalf le informó, que iba a ayudar a Frodo, pasase lo que pasase, para destruir ese anillo. Entonces uno de los hombres se levanta y se queda mirando a Frodo.

-Si con mi vida, o con mi muerte, puedo protegerte lo haré, cuenta con mi espada- dice Aragorn.

-Y con mi arco- dice Legolas.

-Y mi hacha- dice Gimli

-Y mi magia- dice Kira.

-Y mi vara- dice Gandalf.

Entonces terminan de hablar, al amanecer partirían toda la Comunidad del Anillo, el heredero al trono de Gondor Aragorn, el elfo Legolas, el enano Gimli, el capitán de Gondor Boromir, el mago Gandalf y la maga Kira junto con el mediano Frodo y sus tres acompañantes, con los cuales salieron con él de la Comarca, Sam, Merry y Pippin. Próximo destino; La montaña del Destino.

Kira se paseaba a sus anchas por Rivendell, encontró un pequeño jardincito, se sentó y se quedó mirando a la nada, pensando en todos los peligros que se podría encontrar el mediano (y el resto de la Comunidad del Anillo) de camino hacia Mordor. Entonces notó alguien a su lado, miró y se encontró al viejo Gandalf, que la miraba con una sonrisa.

-Ya no hay vuelta atrás, ¿estás al cien por cien segura?.

-Sí, estaba harta de quedarme encerrada en la biblioteca estudiando, ya es hora de enseñarte mis poderes- dice sonriendo- a demás, cuantos más mejor ¿verdad padre?- sí, Kira era la hija de Gandalf, el cual quería más que a su vida, ya que era su única hija.

-Entonces, nadie podrá detenerte.

Ambos se quedaron observando el atardecer, cuando el viejo mago decide ir a sus aposentos, Kira deja que se vaya, mientras sigue en la misma posición. ''Mordor... allá vamos...'' piensa. Será un gran reto para una joven maga como ella.

Se levanta y camina hacia sus aposentos, por el camino se encuentra con sus compañeros, en especial al elfo y al enano, ella sonríe y sigue caminando, pero Gimli habla, haciendo que se detenga. Lo que más odiaba Kira era que cuando iba a descansar, o algo por el estilo, alguien la detuviera, que la hicieran perder su tiempo. Pero ellos eran sus compañeros, así que no podía ser tan borde desde el principio, ya había pasado en el Pony Pisador con Aragorn, no quería que eso le volviese a pasar.

-Así que... ¿es verdad que eres hija de Gandalf el gris?- ''vaya pregunta estúpida por parte del enano'' piensa ella.

-Sí, soy su hija- dice forzando la sonrisa.

-¿Eres bruja?- ella abre los ojos como platos.

-Gimli- dice Legolas- ¿tiene pinta de ser bruja? pero si es hija de Gandalf.

-El ser hija de un mago no me convierte en maga o en bruja, pero aún así, no he jugado con magia negra ni pienso hacerlo, así que no, no soy bruja soy una maga.- dice cruzándose de brazos- si me disculpan- señala con el dedo el pasillo- debo irme.

No dejó que sus compañeros le respondieran, ya incluso estaba enfadada, ¿Cómo podría atreverse aquel enano a decirle si era una bruja? también es verdad que muchos magos han usado la magia negra y han arremetido contra otros magos, pero a ella jamás se le ocurriría, era demasiado buena como para hacerlo. Entró en sus aposentos y se tiró en la cama, mirando hacia el techo. ''El ser hija de un mago no me convierte en maga o en bruja, pero aún así no he jugado con magia negra ni pienso hacerlo, así que no, no soy bruja soy una maga'', cuando dijo esas palabras recordó a su madre, en cierto modo, ya que la última vez que la vio fue cuando ella tenía tres años, ni siquiera supo si su madre era maga, humana o un elfo, sacó de debajo del escote de su vestido un colgante, era de plata, redondo y por la parte delantera tenía tallada la inicial de su madre ''E''. Recordó cuando su padre se lo dio, unos dos años después de la muerte de su madre, cuando ella tenía cinco años. Estaba sentada en la parte trasera de su casa, mirando concentrada un árbol, entonces notó la presencia de su padre, cuando lo vio éste le hizo entrega del colgante, lo examinó durante unos segundos, hasta que preguntó si le pertenecía a su madre, a lo que Gandalf asintió y se lo colocó. Desde entonces no se ha quitado el colgante ni una sola vez, eso sí, siempre lo llevaba escondido bajo sus ropas, para que nadie se lo quitara. Unas pequeñas lágrimas comienzan a salir, las cuales seca rápido.

-No, nada de sentimientos- susurra- ''el enemigo puede utilizarlo contra ti''.- después de eso no pasó nada más, cerró los ojos y se quedó completamente dormida.

FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora