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Lo que sea por rescatarlos.

Era el tercer día, el grupo de Aragorn no se había detenido ni una sola vez, iban tras un grupo de Uruk-hai en busca de Merry y Pippin.
Kira se sentía cansada, pero tenía que seguir hasta que su cuerpo no respondiera, si seguían a ese ritmo podrían alcanzarlos.
Siguieron el rastro de los Uruk-hai durante horas, hasta que todos ya comenzaban a sentirse mucho más cansados, Aragorn decidió parar, Kira observó su alrededor, olfateó el aire, olía a fétido orco, miró hacia sus compañeros. Aragorn afirmó que estaba apretando el paso, nos habían olido.
Entonces echaron a correr, ya no podrían pararse, estaban ganando terreno.
"El problema será rescatarlos" pensó Kira "solo somos cuatro contra ¿cincuenta quizás? No lo sé".
Siguieron corriendo durante un rato más, a cada paso que daban Kira sentía que las fuerzas se le agotaban y Gimli caía, haciéndola tropezar. Llegaron a un estrecho, más bien un sendero, habían bastantes huellas, Kira comenzó a inspeccionar, aún estaban frescas, aún podía olerlos. Bajó la vista, ahí pudo diferenciar algo, lo cogió, era una hoja de Lothlórien. No suelen caerse así como así, eso era que alguno de los hobbits la había tirado, aún estaban vivos. Siguieron el camino, Kira solo pensaba en encomtrarlos, en mantenerlos a salvo y sobre todo sobrevivir.
Pararon por un instante, podían ver el reino de Rohan... entonces las piezas se desencajaron, Kira no entendía nada.

-Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?- dijo Aragorn.

-El rastro vira rumbo al noreste, están llevando a los hobbits a Isengard- dijo el rubio.

-Se piensan que llevan el anillo- dijo Kira después de meditar un momento.

Entonces cada vez tenía más claro que estaban vivos, si los llevaban a Isengard y se piensan que tienen el anillo entonces Saruman los querrá vivos.

Siguieron detrás del grupo durante todo el día y toda la noche, llegaron a tal punto que no se encontraban bien, Kira notaba como ya casi no tenía fuerzas, decidieron parar, todos tenían hambre, Aragorn sacó de las provisiones pan de lembas y algo de agua, después de comer Kira se separó un poco del grupo, se sentó con las piernas cruzadas y comenzó a ''meditar'' pudo notar como sus energías aumentaban, podría decirse que era un proceso rápido de curación. Se puso en pie, sus compañeros ya estaban esperando y volvieron al camino. Tercera noche, debían encontrarlos.

A la mañana el sol se alzaba rojo, sólo podía significar una cosa.

-Se ha vertido sangre esta noche- dijo Legolas.

-Debemos darnos prisa- dijo Aragorn.

Entonces la tierra comenzó a temblar, el montaraz obligó a los demás a esconderse, entonces un gran grupo de jinetes apareció, eran jinetes de Rohan, Aragorn se adelantó al grupo, y entonces gritó:

-Jinetes de Rohan, ¿Qué nuevas traéis de la marca?- los jinetes dieron la vuelta, rodeándolos a todos.

-¿Qué les conviene a un hombre, un elfo, un enano y una mujer la marca?- preguntó el jinete.

-Dadme vuestro nombre caballero y os daré el mío- dijo Gimli.

Entonces el jinete se baja de su caballo.

-Enano, te rebanaría la cabeza, si se alzara un poco más del suelo...

Entonces de un momento a otro Legolas se encontraba apuntando hacia él y el resto de los jinetes de Rohan apuntando al pequeño grupo de Aragorn, Kira puso su brazo delante de Legolas y éste bajó el arma.

-Yo soy Aragorn, hijo de Arathorn, él Gimli, hijo de Gloin, él legolas del reino de los bosques, y ella, es Kira, hija de Gandalf el gris- entonces el jinete de Rohan ordenó habar las armas.

-¿Qué hacéis por estas tierras?

-Buscamos a dos Hobbits, eran llevados hacia Isengard por un grupo de Uruk-hai- dijo Kira.

-No hay Uruk-hai por aquí, los abatimos anoche, no quedó nadie con vida- dijo.- apilamos los cadáveres y los quemamos, mirad a ver si los encontráis, aunque lo dudo mucho- hizo una pausa y silvó- Hasufel, Harold- aparecieron dos caballos, uno marrón y otro blanco.- que estos caballos os traigan más suerte que a sus antiguos dueños.

Entonces se fue, Aragorn subió al caballo marrón y detrás de él se colocó Kira, Legolas y Gimli en el blanco. Cabalgaron hacia donde les había dicho Eomer que se encontraban los cuerpos, una vez allí pudieron ver una pequeña montaña de Uruk-hai muertos y quemados, se bajaron de los caballos y comenzaron a inspeccionar la zona. Encontraron uno de los cintos de los hobbits, Kira tenía el presentimiento de que seguían vivos. ''No... no es un presentimiento... puedo notarlos... puedo... puedo oler su presencia...'' pensó, entonces cerró los ojos y comenzó a olfatear, siguió el olor. Unos metros más adelante se encontraba el bosque de Fangorn, habían entrado y habían sido perseguidos.

-¿Qué locura les habrá hecho entrar ahí?- preguntó Gimli.

-La desesperación- dijo Kira adentrándose en el bosque.

Siguió olfateando, habían estado cerca, muy cerca, se estaban acercando... pudo divisar un pequeño bulto en el suelo, se agachó, era un orco y había sido aplastado,"es... Imposible" pensó Mira levantando la vista hacia los árboles.
Entonces notó una extraña presencia, Legolas advirtió de que había alguien, pero no podía verlo y a Kira, sea lo que sea que ande por ahí, le resultaba familiar, pero sabía que no debía confiarse.
Todos sacaron sus armas y fueron a atacar hacia esa figura, Kira notaba como su espada se iba a quebrar, la enfundó y comenzó a olfatear de nuevo, pidió a los demás que bajasen sus armas. Entonces se dejó ver, era Gandalf, pero estaba completamente diferente, ahora estaba completsmente de blanco, incluso se parecía a Saruman. Aragorn preguntó por los dos medianos, Gandalf dijo que estaban vivos, sanos y a salvo. El mago pidió que les siguiera, mientras salían del bosque de Fangorn él contó qué había pasado cuando cayó al abismo en las minas de Moria. Lograron salir del bosque, una vez fuera Gandalf silbó, entonces apareció el caballo más hermoso que podría ver alguien en toda su vida, Legolas se quedó impresiomado, embobado mirando a Sombragris. Kira se acercó hacia el caballo, acariciandole el hocico.

-Es uno de los mearas... señores de los caballos- susurró el elfo.

-Pensé que no te volvería a ver Sombragris- dijo Kira mientras miraba tiernamente al caballo.

Kira había crecido junto a ese caballo, podría decirse que era como su mejor amigo, echaba de menos montar en él, rozó su lomo y montó en él, detrás de ella subió su padre. Comenzaron a cabalgar, destino a Rohan.

FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora