"Terror en el provador"

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—¿Ahora que mierda haré?— Pregunto lanzándome a la cama de Valerie con flojera. Recibo una sonrisa apenada por parte de ella. Tomo una almohada y la coloco en mi cara.

—Amiga, sinceramente no se que decirte— confiesa apenada echándose al lado mío. —Has lo que él te dice, no pasara nada malo y además es tu única opción— Sugiere.

Muerdo mi labio inferior con coraje y desesperación.

—¿Porque estas cosas me pasan a mí?—  Me quejo abrumada, una vez más.

Oigo a Valerie suspirar al lado mío, obviamente esta teniendo compasión al tratar esto.

—Creo que eso es lo que haré. No tengo mas opciones— Finalmente acepto mi cruel derrota.
—Mi vida de antisocial cambiara a social envidiada por zorras— Imito un tono estúpido.

—Lennon... Te compadezco— Nostálgicamente pronuncia y me hace sentir vulnerable. La miro amargada, con desesperación y cierta envidia de que ella no está en esta situación.

—Yo también me compadezco. Pero no quiero oír que tienes lastima— Le artículo severa. Ella asiente moviendo su cabeza.

— Pero tienes que hacerle la vida imposible. Eso te gustara mucho Len y además lo molestaras y sacaras de quizo tanto que te dejará— Con cierta inquietud en su voz declara, casi obligándome a aceptar.

Mis ojos reciben brillo de maldad y no puedo contener una sonrisa maliciosa en mis labios.

—Me encanta esa idea...

Valerie alza su mano para chocarla conmigo.

—Ahora envíale un mensaje a tu novio diciéndole que aceptas. Luego, bajemos para comer—.

Me incorporo de la cama para tomar mi teléfono que esta en su escritorio. De espaldas escucho como Valerie sale de la habitación.

«Acepto idiota»

Eso es lo que tecleo rápido para pulsar enviar. Bloqueo mi teléfono y corro a la primera planta encontrándome a Valerie sacando todos los ingredientes.

—Acabo de enviarle un mensaje— Tomo asiento en una de las butacas de su isla.

—Yo se que puedes hacerlo— Dice y me sonríe.

—Eso espero— Una carcajada nerviosa sale de mis labios.

Chasquea sus dedos abriendo su boca a punto de decir algo pero mi timbre de Harry Potter la hace callar.

Es un mensaje de Hunter.

—¡Ábrelo!— Exclama eufórica zangoloteando mi brazo.

«Ya te habías tardado. Necesitamos hablar ahora mismo. ¿En donde estas?»

Releo su mensaje unas cuantas veces más y ruedo los ojos.

Valerie y yo tratamos de decirle a Hunter que estoy ocupada pero el insiste en que vendría por mi y al final no pudimos molestarlo más ya que me termino amenazando.

Carajo, si él seguía así yo misma sería capaz de publicar aquellas fotos.

—¿Como estas amor?— Con una sonrisa encantadora Hunter me saluda cuando llego al auto.

Me coloco en el asiento de copiloto con una sonrisa notablemente forzada.

—No me llames amor— Insisto amargada. El me echa un vistazo antes de arrancar con su Porsche negro hacia nuestro destino.

American FootballDonde viven las historias. Descúbrelo ahora