COMPLETADA
Jamás, nunca en tu vida, ni por maldito error se te ocurra mandarle pack a un extraño por Omegle porque en una de esas terminará siendo el capitán de fútbol de la escuela, por supuesto el chico más sexy de todo Denver y finalmente utiliz...
Mi cumpleaños, el tres de Junio es realmente uno de mis días favoritos en la historia de mi vida. Muchos pensaran que es por la atención que recibo, etcétera y etcétera pero en realidad es por el cariño que las personas dan y claro, no hace falta mencionar la gran excusa de "es mi cumpleaños y puedo comer lo que sea" Para celebrar este genial día Olive y Emma planearon ir a un antro "famoso" en Cancún y aunque no sea muy fan de ir a antros tuve que aceptar. Obviamente Hunter no podía faltar.
—¿Estas ahí?— Hunter toca la puerta de el baño y regreso de mis pensamientos. Suspiro, y asiento, lo cual es inútil porque Hunter no me puede ver.
Entonces salgo de el baño y lo primero que me encuentro es a Hunter sentado en la cama con su celular en la mano. Respiro el aroma de la habitación, huele delicioso, huele a Hunter.
—Ya vámonos— Le digo y Hunter alza su mirada y cuando me ve, me hace sentir incomoda. Sus ojos me recorren de pies a cabeza. Mira mis piernas dentro de esos diminutos shorts y después mira mi escote. Sus ojos se quedan pegados en mi pecho y eso me hace alzar una ceja y poner mi mano en mi cintura. —¿Qué miras idiota?
Se acerca un poco a mi, a una distancia considerada y muerde su labio inferior. Maldito asqueroso.
—Pues, te miro a ti a mi sexy novia que debería de vestirse así solamente cuando estamos los dos juntos, y solos— Carraspea y por fin me mira a los ojos. Sonrío falsamente. —No quiero que te vayas así a ese lugar— Termina y me dedica una mirada sería. Suelto una risa.
—Es mi cumpleaños y no eres mi papá para obligarme— Le contestó y haciendo sonar los botines negros con tacón, pasó por su lado. El mira mi trasero.
—No te puedes ir así. —¿Y porque no?
—Porque te ves demasiado sexy y ni un imbécil te puede ver así— Me apunta.
—Hunter por favor esta noche no quiero pelear, ¿si? — Ahora yo me acerco a él, cortando nuestra distancia.
—No te vayas así— Susurra y se que hace lo posible por no bajar la vista. —Por favor.
Suspiro y niego lentamente, tocó su mejilla y hago una línea con mis labios. —Perdón pero no— Rueda los ojos y bufa. Le guiñó un ojo no sin antes analizarlo de la misma manera que el hizo conmigo. Se ve sexy, elegante e impecable como siempre...
—Solo te dejo porque es tu cumpleaños. —Si ajá.
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Segunda división
Las luces de color me ciegan cuando entro a aquel lugar con Hunter agarrando mi mano. Las chicas están delante de nosotros con vestidos diminutos que muestran sus excelentes figuras gracias a todos esos tipos de ejercicios que hacen las chicas millonarias para tener el cuerpo que tienen. Yo solamente hago voleibol gratuito en la preparatoria.
