Capítulo 3: Pequeña contusión.

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Me levanté temprano para ir al instituto cosa que odiaba, pararse temprano eran cosas de viejos y es de tontos ir el primer día a clases a mi último año. Me puse unos jeans ajustados con una polera blanca Adidas, y unos zapatos del mismo color y marca. Me maquille lo más mínimo e hice de mi cabello una coleta. Bajé para encontrar a mi hermano haciendo el desayuno cosa que se veía que era muy raro en él. Me senté en la sala a revisar las redes sociales y al rato él se acercó con tostadas y jugo de naranja. Yo le agradecí y comenzamos a comer.

Noté que una de las tostadas estaban en color marrón oscuro llegando a negro. Súper quemada.

Miré a mi hermano mientras soltamos una risa.

-Vale Elena, primera vez que le cocino a alguien que no sea a mi mismo, trato de ser un buen hermano.

-Estás al pelo - respondí con una sonrisa.

-Te llevaré y recogeré del instituto. Amigos no será problema, sólo dices que eres mi hermana y listo - reímos.

-Estás loco si piensas que diré semejante cosa.

-Entonces di que eres amiga de Adam - él rió y yo reí nerviosa.

-Si seguro - le di un mordisco a la tostada.

Nos montamos en el auto e íbamos camino al instituto, por lo que me puse los audífonos. Para mi desgracia, Ophelia no me acompañaría ya que salió hace un año al igual que Adam y mi hermano lo cual me hacía sentir como una niña. No, no podía pensar así. Adam me había dicho niña tantas veces que me lo estoy comenzando a creer.

Al llegar, Peter se estacionó y bajamos al instituto. Mucha gente comenzó a posar sus miradas en nosotros y a donde quiera que caminaramos, mi hermano saludaba. Llegamos a la dirección y para esperarse estaba una señora de cabello corto y lentes. Él se encargó.

-Buenos días vengo por el horario de mi hermana, Elena Parks.

La directora bajó sus lentes y lo miró de arriba a abajo.

-¡Muchacho del carrizo! Menos mal que ya te has graduado, menudos problemas los que causabas en esta institución - dijo la directora.

-No es para tanto Carmen - respondió mi hermano riendo.

-Ten, y espero que no vengas tan a menudo, Peter. Ya me está volviendo a dar dolor de cabeza- dijo tomando una de sus pastillas del cajoncito mientras me daba un papel.

-Me aseguraré de que así sea - le respondió sonriente mi hermano, siempre tan sarcástico.
Salimos de la oficina y él se despide de mi.

-Te veo a la hora de salida - dijo depositando un beso en mi frente.

Quedé en estado "gringo". Tenía biología y no sabía cuál era el salón, y al parecer el timbre estaba sonando. Vi a una pelirroja algo preocupada en camino a la oficina, toqué su hombro y me miró sorprendida.

-Hola, me llamo Elena y estoy en el último año. ¿Podrías decirme dónde queda la primera clase a la que debo asistir? Ayúdame - reí nerviosa.

-Me llamo Kendall, déjame ver - le entregué mi horario - ¡La vida es un pañuelo, estamos en la misma clase, éste es el horario que buscaba!

Se quedó mirando un rato.

-Al parecer tenemos biología, empezamos hace cinco minutos.

-Será mejor que corramos - le dije y comenzamos a caminar rápidamente.

Llegamos al supuesto salón de biología y estaba un profesor calvo y de alta estatura. Todos los alumnos estaban sentados en sus asientos y posaron sus miradas en nosotras.

MI PERFECTO DESASTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora