Capítulo 12: Plan B y única escapatoria.

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Canción del capítulo: Video games - Lana del rey.

Las palabras de mi amiga se repetían en mi mente a diario, hasta que por fin decidí restarle importancia. A la final, no podía evitar algo que ya no sintiera. Supongo que de eso a veces se trata el amor, para amar a ciegas negándote a la pura realidad de que el chico es el gran diablo.

Las horas pasaron como segundos y los segundos se fueron volando. Mis patrañas empeoraban a medida que se acercaba la hora de irme a Atlanta.

En la noche la mayoría de los amigos que había hecho se reunieron en mi casa a despedirme. Yo no era del todo social, por lo que sólo fueron amigos cercanos como Ethan, Alex, Ophelia, Ruby, Megan, entre otros. Adam y yo estábamos manteniendo lo nuestro en secreto, evitando sospechas delante de cualquier otro.

Había saltado un paracaídas, había tenido los mejores quince años que cualquier chica, pero nunca, nunca me había sentido tan pura como cuando hablé esa noche hasta madrugada con Adam. La mayoría tonterías y discusiones al azar, pero sus comentarios en doble sentido me hacían ruborizar la mayoría de las veces que las insinuaba. Provocado por su voz sexy de trasnoche.

-Siento que si cuelgo la llamada no volveremos a hablar hasta navidad - habló desde el otro lado del teléfono.

-No quiero creer que ésta sea una despedida - respondí - ¿Vendrás mañana a despedirte, no?

-No lo sé... Ya sabes que, no me gustan las despedidas.

-Y no te gustará verme.

-Amo verte - replicó - Que te quede muy claro, mocosa.

Sonreí sobre el teléfono colgando la llamada.

¿Dios, por qué eres tan cruel? Esto de venir y luego regresar es como darle un caramelo a un niño para luego arrebatárselo.

Mi vida es pura mierda.

***

Al día siguiente en una hora como las siete de la mañana me encontraba con maletas hechas en la sala esperando a irnos. Sólo Ophelia había ido a despedirse, y mi hermano se encontraba a su lado mientras me miraban tristes y vacíos.

-No puedo creer que te van a volver a separar de mi - habló mi hermano.

-Supongo que no hay elección - respondió Ophelia - Te extrañaré mucho - me abrazó y le correspondí mientras ambas soltamos algunas lágrimas.

-¿Estás llorando? - Ophelia se dirigió a mi hermano.

-No, es que... - secó su mejilla rápidamente - No se qué.

Desde el fondo de mi corazón abracé fuertemente a mi hermano, dejarlo era muy difícil para mi.

-Hora de irnos - dijo mi padre desde la puerta de entrada - Nos están esperando.

Sequé mis lágrimas rápidamente. Me despedí con cierta tristeza y luego caminé hasta el taxi que nos esperaba.

Mi madre me miró con cierta lástima mientras que yo la fulminé con la mirada, también era su culpa.

Me monté en el auto y vi a mi hermano soltar algunas lágrimas y a medida que el auto fue avanzando, me fui sintiendo cada vez más vacía. Ahí yo estaba, dejando la vida que quería y mirando cómo me la estaban arrebatando, sintiendo impotencia de no poder hacer nada para cambiarlo. También me sentía triste porque aunque no me gustaran las despedidas, ansiaba que Adam hubiera ido a despedirse de mi. Él era igual de importante que mi hermano.

Observé desde la ventana que habíamos llegamos a un aeropuerto que se encontraba en la ciudad, por lo tanto bajé mis maletas con mis padres y caminamos hasta la sala de espera.

MI PERFECTO DESASTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora