El instituto decidió darme un día de descanso por mi accidente del día anterior. Estaba aliviada y al mismo tiempo molesta, porque el no ir al instituto no era tanto como estar sola en casa mirando tv sin ningún tipo de vida social.
A mi hermano le habían dado el trabajo por lo que me llevaría al instituto pero Adam me recogería, todos los días y el sólo pensarlo me era escalofriante. Mi mamá había llamado y le oculté lo del golpe, quizás si le contaba vendría volando hasta aquí para ver si seguía sangrando y no quería pensar qué más.Mientras comía doritos pude sentir un extraño vacío en mí, que éstos no podían llenar. Ese era Adam, me hacía algo de falta, me preguntaba por qué no estaba aquí conmigo así sea molestandome como lo hacía diariamente.
Tocaron el timbre y fui a ver quien era, supuse que era Adam ya que Peter trabajaba, así que me arreglé un poco física y mentalmente para abrir la puerta. Al abrirla me decepcioné un poco.
-¡Hola! - dijo Kendall.
-¡Qué sorpresa! - la abracé -¿Qué te trae por aquí?
-Vine a ver cómo estabas.
-Pues, mejor supongo.
-¿Quieres que pase?
-Claro.
Se quedó mirando un largo rato la casa, de arriba a abajo, como tomando nota de todo lo que había en ella.
-Es muy hermosa, linda casa - apuntó.
-Gracias.
-Traje algunas películas por si se te antoja ver alguna.
Asentí y nos instalamos en la sala a ver 50SOG ya que fue la que más me llamó la atención. Pero tanto drama en eso del amor y lujuria me hizo pensar en Adam. Porque no me importaba el sadomasoquismo de Christian, o los pensamientos de Anastasia, mi mente estaba puesta en Adam y su mirada penetrante.
Ya supéralo.
Saqué inmediatamente a Adam de mi mente y pude concentrarme en la película por más imposible que pareciera el no recordar mis problemas emocionales estúpidos y amorosos.
Adam.
Maldita maldita maldita sea.
¿Cómo en mi sano juicio pude dejar que Elena se cayera de esa manera? Me debe de estar odiando, si antes no tenía puntos con ella ahora menos. Su hermano casi me mata al enterarse por medio de la loca de Kendall, de esa niña siempre espero lo peor.
Estaba recostado en mi cama cuando de repente escucho el sonido de mi teléfono y miro el identificador con el nombre Alan.
-Qué hay amigo.
-Hola niña, ¿qué tenemos para hoy?
-Supongo que nada, no tengo ganas de salir hoy bro - respondí.
-¿Qué te sucede? Hablo en serio, Kendall me tiene loco, quiere que vayas con ella.
-¡Ja! Esa niña mocosa sí que tiene problemas. Sabes que no me gustan las rubias estúpidas.
-¿Y entonces cómo te gusta Elena?
Dio justo en el clavo.
-Primero ella no es estúpida y lo sabes, segundo no me gusta - mentí.
-Qué patético, desde aquí se siente el sabor de tus mentiras - rió - Hizo un escándalo ayer insinuando que eras gay, por cierto.
Me quedé callado por un momento, en verdad era algo que no me esperaba.
ESTÁS LEYENDO
MI PERFECTO DESASTRE
Любовные романыElena nos relata sobre su vida a los 17 años cuando inesperadamente se enamora del típico chico más codiciado y rompecorazones de la ciudad, pero luego de una gravisima noche de alcohol el destino les pondrá ciertas barreras ¿Serán capaces de supera...