Capítulo 8: Seciones privadas y puntuaciones

229 12 0
                                    

Veía a mi hermano menor gritar. Veía a mi madre sufrir. Veía a mi chica morir. Veía a todo mi mundo destruirse. No había mucho que no hubiera sido corrompido por la violencia. Vi al Presidente Snow. Vi a los Agentes de La Paz. Me asuste tanto. Trate de levantarme. Todos mis esfuerzos fallidos. Estaba cayendo en un ataque de pánico. Vi a Snow apuntar con un arma a mi familia y a mi chica. Lo vi jalar el gatillo...

Desperté aturdido, sudando y gritando en mi habitación de la peor pesadilla que jamás había tenido. Temía que los demás me hubieran escuchado pero aparentemente no fue así. Fui hacia las duchas e intente relajarme. El agua corría por todo mi cabello y por todo mi cuerpo, el jabón con aromas florales me ayudo a calmarme. Tarde en la ducha aproximadamente media hora. Me vestí con ropas cómodas y pantalones holgados pues hoy era día de descanso. Mientras los tributos de los distritos desde el 1 hasta el 6 tenían sus Sesiones Privadas hoy, los demás las tendríamos al día siguiente.

A pesar de todo no estaba completamente tranquilizado y la cabeza aun me daba vueltas. Fui hasta el comedor donde me encontré con Anker y pedí una pastilla. Con un poco de agua la bebí con la esperanza de que realmente me ayudara. Me encontraba distraído y no me había dado de cuenta de que Anker me había hablado; solo escuche el final de la pregunta.
- ¿ Perdón, que habías dicho ? - le pregunte.
- ¿ Tuviste una pesadilla ? - me repitió Anker.

Tal vez si habían escuchado mis gritos -Pensé.

- Sí - respondí sin mas.
- Tranquilo, yo también las tuve - me dijo, para luego darle un sorbo a su café.
- ¿ Por eso estas despierto a esta hora ? - le pregunte, pues no todos estarían despiertos a las 6:05 de la mañana el día antes de las Sesiones Privadas.
- Tal vez, o posiblemente sea porque también quería tomar un poco de café - me dijo.
- De alguna manera u otra ya me estas cansando con el café -le dije.- Harás que lo odie - añadí y ambos reímos por un momento.
- ¿ Sabes que ? Creo que debería descasar un poco, no sabemos con que nos pueda venir Hank y no deseo estar cansado para lo que nos venga - dijo.- Después de todo estoy despierto como desde las tres de la mañana - agregó.
- Vale - le conteste.- Descansa.

Lo vi alejarse, levantó su mano derecha en señal de "Entendido" mientras seguía caminando si voltearse a mirarme.

Le pedí al Avox que me diera unas galletas con mermelada para llevármelas a mi recamara y comerlas tranquilamente en la privacidad de mi habitación.

Mientras caminaba rumbo a mi habitación no me cruce con nadie así que tal vez ese día si seria tranquilo.

Comí mis galletas con mermelada y me puse cómodo en mi cama. No tenía nada interesante que hacer así que intente tomar una siesta aunque no durará mucho; increíblemente lo conseguí.

El reloj marcaba las 10:35 de la mañana cuando oí a alguien tocar mi puerta. Me estire un poco y me levante para abrir, tenía el presentimiento de que el resto de día no sería tan sencillo como deseaba.

Era Hank quien había tocado la puerta de mi habitación y me pidió que lo acompañara hasta el comedor donde nos reuniríamos con los demás. Me acomode en una de las sillas vacías y vi como Hank lo hacia en la del extremo derecho de la mesa. Mis tres compañeros también estaban allí, todos esperando al igual que yo escuchar lo que Hank nos tenía que decir.
- En unas horas podrán ir al gimnasio -anunció.
- ¿Para que? - preguntó Anker.
- Los Vigilantes desean que estiren el cuerpo y repasen una vez más lo que harán en las Sesiones - le contesto Hank.
- Bueno ¿y que?- preguntó Maysilee quien parecía de mal humor.- ¿Tú nos avisas? -añadió.
- Si, no se preocupen - le dijo Hank y la mayoría nos regresamos a nuestras recamaras a excepción de Calliope y Anker a quieres los vi dirigirse hacia la azotea.

El Segundo VasallajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora