Capítulo 15: Los Profesionales Y Una Pequeña Nueva Alianza

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Me sentía mal a mas no poder. Anker se me había ido exageradamente rápido. No hubo mucho tiempo desde el momento en que visualice a los mutos y el instante en que los vi atacándole. Anker aceptó su trágico final, encarando a la muerte como ya una pronosticada sentencia.

Aguardé mucho tiempo, tal vez demasiado. Aproximadamente media hora después de que todas y cada una de las ardillas que me eran posible visualizar se alejaron del área es que me decidí finalmente bajar del árbol.

Me dolía todo el cuerpo. Tenía la boca seca y desesperada por un poco de agua. Me estire un poco.

Decidí caminar en la misma dirección por la que había venido el chico tributo que había muerto poco antes que Anker; parecía de mi edad. Ver su cuerpo sin vida no muy lejos del de mi amigo al que decidí no mirar me dio lastima y a la misma vez nauseas.

Aún los aerodeslizadores no se habían llevado sus cuerpos; no lo harían conmigo demasiado cerca. Sus cadaveres desprendían olores asqueros y realmente fuertes.

Me aleje de esa zona lo más rápido posible, mientras las piernas me dolían y sentía como la cabeza me daba vueltas.

Muchos arboles se alzaban por todas partes, algunas lagartijas corrían de un lado para otro y no se escuchaban pisadas ni voces de otros tributos.

Mareado, exhausto y cansado me pareció divisar algo que algunos segundos más tarde deduje que era un pequeño estanque.

- ¡Agua!- exclame en voz muy alta, tal vez demasiado. Me cubrí la boca pero parecía no haber tributos cerca así que decidí tranquilizarme.

Corrí dando pequeños y silenciosos pasos por precaución y finalmente llegue hacia la tan preciada agua.

Con mis manos imite hacer un cuenco y bebí toda la agua que se me hizo posible. Moje mi uniforme de tributo. Rebusque en la mochila y al finalmente al encontrar la botella que había obtenido junto a esta en el Baño de Sangre la zambullí por unos cuantos segundos dentro del agua en lo que culminaba de llenarse. Al terminar cerré la botella.

No tenía sentido intentar cazar mientras todo estaba mayormente oscuro y tienes un paso lento y descuidado debido al sueño. Decidí trepar un árbol   que se encontraba aproximadamente a medio kilometro del estanque con tal de que si algún otro tributo descubría aquella fuente de agua no me descubriera a mi también. Al subir al árbol me até con las correas de la mochila todo lo que pude a la rama donde descansaría.

No sabia en que tema concreto pensar. Tenía la cabeza muy alterada pero lo único que me quedaba era intentar descansar unas cuantas horas.

Para cuando me desperté ya se asomaba el alba alrededor de la Arena. Cuidadosamente baje del árbol y estire todo mi cuerpo. Tenía aun más hambre que antes; tenía que conseguir algo de comer.

Me lo pensé dos veces antes de decidir abandonar la botella y la mochila por unos cuantos minutos en lo que cazaba algo; no podría cazar desapercibido con carga encima.

Me arme con el cuchillo que obtuve durante el Baño de Sangre cuando uno de los tributos profesionales intentaba asesinarme y me sentí mucho mas seguro con él. Después de todo seria con ese cuchillo que cazaría mi alimento.

Camine varios metros, aun permaneciendo cerca del pequeño estanque. Después de aproximadamente diez o veinte minutos pensé en darme por vencido y me recosté de uno de los árboles del área.

El Segundo VasallajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora