Capítulo 7º: Dulces sueños Rubita

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Saray.

Nunca se había sentido de esa manera. Todo se había acabado, sus esperanzas de poder obtener la libertad se habían esfumado. Nunca volvería a ver la playa, ni las montañas, y ni si quiera a su gente, pues era probable que a sus treinta años de condena se le sumaran otros cinco por fuga. Saray estaba en su celda, la 234, la misma de hacía tan solo unos días, pero no estaba sola, una tal Vera era su compañera.

Echada en su cama pensaba en lo mierdas que eran ella y su vida. En realidad se odiaba, no podía soportar la idea de que sus padres la rechazaran porque fuera homosexual. Saray detestaba ser lesbiana pero ella no lo había elegido, no podía reprimirse. Pensó en Rizos y en cuanto la quería. Sus planes para cuando se fugara eran claros: quería encontrar un modo de sacar a Rizos de la cárcel, sabía que la morena no debía estar en la cárcel, era una buena persona. Pero le reventaba que Estefanía se hubiera fijado en Macarena. ¿Que tenía la rubia que no tuviera ella? Al fin y al cabo Macarena no sabía nada acerca del sexo lésbico y aun así a Rizos le daba igual. Además la Ferreiro tampoco daba señales claras de que le gustara Rizos. ¿Por qué entonces Rizos se fijaba en ella? Por la mente de la gitana se destapó la respuesta que no quería hallar; ¿Y si Rizos se había enamorado de Macarena? Siempre había desbaratado esa idea porque pensaba que volvería a conquistar a Rizos, pero empezaba a dudar seriamente.

Además Saray se encontraba deprimida, no solo por el disparo recibido durante la fuga, sino porque su confidente se había ido y sabía que no volvería. Aunque asimilaba que Zulema se había ido sin ella porque no le quedaba otra, le costaba comprender que no volvería a por ella. Y lo que más le perturbaba era como habían conseguido cogerlas y como lo habían averiguado. Saray tomó la decisión de investigarlo, y en cuanto supiera quien las había descubierto, lo mataría con sus propias manos muy lenta y dolorosamente, pues fuera quien fuera le había arruinado la vida. Aunque por dentro estuviera rota, necesitaba exteriorizar esa fuerza que le caracterizaba. Sí, no podía dejar que las demás la vieran débil.
-¡Eh! ¿Cómo te llamas?- escuchó una voz en la otra litera.

Saray ignoró esa pregunta y siguió absorta en sus pensamientos mirando echada en la cama la pared, pero nuevamente la voz volvió a sonar.
-¿Estas sorda? ¿Cómo te llamas? Esperaba un buen recibimiento por parte de mi compañera.
-Mira, como te no calles, te reviento la cabeza.- dijo Saray amenazante con un puño levantado y irguiéndose de la cama.
-Tampoco es para ponerse así chica, solo trato de ser amable. Si quieres desahogarte, puedes hacerlo, total, no me interesa nada de lo que me digas.

La actitud pasota de la nueva prisionera le hizo gracia a Saray que irremediablemente le contesto.
-Me llamo Saray, pero soy ''la gitana''.
-Menudo mote de mierda. Yo me llamo Vera y soy merchera.
-¿Cómo que mote de mierda? ¡O se es gitana o no se es!- Saray gritó porque con ser gitano no se jugaba.
-Mi madre era gitana y mi padre un payo, pero eso no te importa, los dos eran unos desgraciados a los que odio porque me arruinaron la vida.

Saray no pudo evitar reírse por lo que estaba escuchando. Por la puerta de la celda apareció Antonia, y Saray bufó porque sabía lo que le esperaba, un buen sermón.
-¿Qué gitana? La fuga no salió como esperabas ¿EH?- dijo Antonia con aire sarcástico mientras se reía.
-Mire Antonia si no quiere salir con un ojo morao, salga de aquí y déjeme en paz.- Saray saltó de la cama y comenzaba a enfadarse.
-Me parece a mí que tú y yo vamos a tener que comer chochos hasta que tengamos sesenta años, JAJAJAAJAJAJ.
-¿Es que no la ha escuchado? Que la deje en paz ¡JODER!- dijo una voz desde la litera de abajo.

Antonia se quedó tan asustada por el gritó de Vera que se puso sería.
-Ya la ha escuchado, saca tu puto culo gordo y feo de esta puta celda o sino ¡TE PARTO LAS PUTAS PIERNAS!- Vera vociferó tan fuerte y le dio tanto miedo a Antonia que salió de la celda con paso acelerado.

Vis a vis segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora