Vis a vis segunda temporada

Capítulo 8: La bala

Fabio.

Ya llevaba muchos días de baja, doce. Se sentía recuperado y con fuerzas para volver al trabajo. La reacción de su mujer le preocupaba, estos días que había estado descansado en casa parecía que volvían a recuperar algo de lo que tenían antes y ella estaba más feliz. Pero Fabio no era de los que se conformaba, ser solo funcionario y marido nunca sería suficiente para él, su vena investigadora, el sentido de la justicia son muy fuertes y no podía quedarse en casa mientras una criminal peligrosa recorría las calles tranquilamente.

La decisión estaba tomada volvería a la prisión, allí se enteraría de que se movía y podría investigar el paradero de Zulema sin que se supiera. Esto ya era personal, castigaría a todo aquel que formará parte de ese plan, incluida la persona que lo atara en las alcantarillas.
-Carolina, mañana volveré a Cruz del Sur, ya estoy recuperado y seguro que me necesitan.
-Pero Fabio te quedan al menos dos días de baja, deberías cumplirlos.
-Estoy bien, y quiero volver a sentirme útil.
-Siempre obsesionado con el trabajo, ¿cuándo lo dejaras?
-Prometo ir con más cuidado esta vez, te dije que sería siempre sincero y lo estoy siendo necesito volver a trabajar.
-¿Qué voy a hacer contigo...?
-Avisare a Miranda que seguro se alegra de que vuelva.

Fabio llamó a Miranda para decirle que mañana se reincorporaría
-Sí, la cárcel está bastante tranquila de momento. Lo mejor para que vuelvas sin complicaciones. Pero no quiero que te vuelvas a saltar órdenes y aparezcas en las persecuciones de Zulema, otra vez. Si me entero de que haces algo a parte del trabajo que la involucre, olvídate de trabajar aquí ¿entendido?
-Le prometí a mi mujer que olvidaría a Zulema.
-Pues espero que seas de palabra.
-Hasta mañana.

Al llegar al vestuario sus miradas fueron muy distintas a la última vez que había estado de baja. Hoy no era el héroe que sobrevivió a un tiroteo con el egipcio, era el loco que se escapó del hospital para cazar a una psicopatía despiadada. Saludos fríos y desconfianza. Pero él se sentía igual que aquella vez, solo había hecho lo que debía hacer, lo justo. Palacios apareció en cuanto se enteró de que se había reincorporado antes de tiempo.
-Fabio deberías haber cumplido la baja, aquí está todo muy tranquilo, podías descansar con Carolina.
-Vamos Antonio sabes perfectamente que se me caía la casa encima, bastante aguante ya. Cuéntame que me he perdido, ya veo que aquí me toman por un suicida.
-Joder Fabio ¿y qué quieres que piensen si te escapas del hospital para ir tras Zulema? ¡Podrías estar muerto joder! No me vuelvas a hacer eso tío, nunca. ¿Sabes lo mierda que me he sentido por decirte dónde estaban? Fabio, tienes familia, joder, si tu vida te da igual piensa en Carolina.- Antonio había sufrido mucho, sentía que había sido culpa suya por informarle y se sentía responsable, necesitaba desahogarse.
-Antonio, tú no eres responsable de nada y no estoy loco solo hacía mi trabajo: mantener a las perras en la cárcel. Y no te preocupes que le he prometido a Carolina portarme bien.- guiño un ojo mientras lo decía, no podía cambiar iba a investigar. -Pero basta de charlas, ¡a trabajar!

Fabio estaba impaciente por saber que había sido de Macarena y Saray, aunque por motivos bien distintos. Le habían puesto en el control de cámaras, así que no podría hablar con ninguna de las dos. Buscó a Macarena en las cámaras, y cuando la encontró observó que estaba en el huerto con Sole, riéndose. Parecía recuperada ya del disparo. No pudo evitar quedarse un rato mirando esa imagen, hasta que le interrumpieron.
-¡Muy buenas!, soy Richi, 'el nuevo'.
-Encantado, soy Fabio 'el reinsertado'.

Ambos se rieron, parecía que ninguno encajaba bien.
-Me tienes que acompañar a un traslado a aislamiento. Es Tere, se está desintoxicando y parece ser que es el mejor sitio para que pase el mono y como tú la conoces más, pues...
-Oh, perfecto, me estaba quedando ciego de tanto mirar los monitores.- Fabio se levantó de la silla de la sala de cámaras y se fue a la enfermería.