Capítulo 25: Esta no es mi realidad

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Vera.

Ahora ella se había convertido en la nueva líder de prisión, admirada, temida y envidiada a partes igual. Para ella era un gusto estar en esa posición de poder pero s la vez también una gran responsabilidad. Sabía que por el momento nadie iba intentar superarla, pero ya no podía bajar la guardia.

Una de las personas que más de cerca controlaba y que más le intrigaban era Zulema. La Mora había sido siempre al líder, la reina pero tras su fuga frustrada no había vuelto con fuerza a Cruz del Sur.

Vera oyó miles de historias sobre ella desde que entró, y cuando Zulema regresó a prision en seguida vio porque tanto. A pesar de que estaba en horas bajas y que no quería relacionarse demasiado con nadie se notaba su fuerza, una personalidad poderosa y además era la persona seguramente más inteligente de la carcel, por tanto, alguien a tener muy en cuenta. Pero llevaba un par de días comportándose de manera más rara a la habitual, mucho más vigilante y precavida, parecía mentira pero casi como si tuviera miedo a algún tipo de fantasma invisible.

Todo desde ese día que la vio salir totalmente pálida y desencajada del gimnasio, y después vio a Macarena en un estado aún peor. Estaba claro que algo muy traumático había pasado en ese gimnasio, pero ¿qué? Tenía que enterarse, tenía que buscar la forma de saber que estaba pasando.

-Oye tú, sabía que los libros hacían soñar, pero esa cara ya es otro nivel.-Zulema se dirigió a ella estaba en la celda mirándola.

-Ya ves Zulema, me sumerjo demasiado en las historias. Y tú qué, se te ve como si también anduvieran sumergida en algo que no está del todo en Cruz del Sur.-Vera con cuidado intento indagar.

-Tienes toda la razón, la mente no puede estar todo el rato aquí o te mataría, pero puede ser aún peor si te mata el lugar a donde te la llevas.

La Mora cogio sus cosas del baño y salió de la celda, dejando a Vera confundida tras ella. ¿La había advertid, amenazado o solo estaba divagando filosóficamente? Dios qué difícil de conocer era Zulema.

Rizos.

Estaba desayunando sola, todo le resultaba familiar pero a la vez lejano y la gente a veces se comportaba de un modo que ella no podía entender del todo, como si se hubiera perdido una parte del chiste y mientras todos reían ella no entendía porque.

Estaba pensando y reflexionando,en una realidad que no parecía la suya, cuando de repente una imagen se apareció ante ella. Eran ella y aquella chica rubia, Macarena, sentadas en las gradas viendo a las que jugaban al baloncesto, abrazadas y sonriendo, y sentía como una atracción, amor en el aroma de esa imagen.

Y de repente despertó, sobresaltada seguía en el comedor. ¿Qué había sido eso una alucinación? ¿Tenía un problema en su cerebro era eso por lo que sentía el mundo extraño, como si hubiera evolucionado sin ella? ¿Era posible que fuese un recuerdo? Al menos lo parecía, pero no recordaba nada de ella, y aunque la chica era un poco extraña tampoco parecía que tuvieran una relación tan estrecha. Además ella estaba con Saray y si la veía así con alguien, ese alguien ya estaría muerta.

No tenía claro que le pasaba, tenía un fuerte dolor de cabeza y necesitaba hablar con Macarena para ver si sacaba algo más en claro.

Estaba claro que la rubia le atraía, pero ¿había sido una fantasía? No parecía como las que solía tener, pero de la noche a la mañana ya nada parecía como solía ser.

Palacios.

Le habían vuelto a llevar a la mesa de interrogatorios, llevaba tres días en el calabozo y con esos interrogatorios interminables y horrorosos, Antonio ya no aguantaba más.

Vis a vis segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora