-Sigo sin entender mucho de esto...- Mary revisaba una y otra vez en diario de papá que había descargado a su laptop y borrado por completo de la computadora de escritorio en casa. Para las cosas electrónicas Mary era una verdadera as.
-Ya te dije que no le des muchas vueltas al asunto, los poemas de Devon siempre eran más simples de lo que podrías imaginar. Mejor platiquemos un rato, así te distraes y tal vez pienses mejor.- reía el gato negro recostado sobre la espalda baja de Mary, saltando frente a ella.
-¿Y de qué quiere platicar el minino?-
-¿Ya me perdonaste?-
-No, te va a costar más que eso el que te perdone.-
-Ya te expliqué que era necesario para cerrar el contrato y ya no tengo chocolates. ¿Qué quieres que haga para que me perdones?-
-No sé, podrías ir a conseguirme algo rico.-
-Considerando que en todos lados me odian por robar comida no dudo que éste hombre no será la excepción. Mejor, te ofrezco el poder preguntarme lo que quieras. Responderé a todo lo que me digas.-
-Trato hecho. En ese caso, ¿Cómo era tu vida antes de conocerme?-
-Si te soy sincero, eso es algo que no estoy seguro de cómo contestar sin sonar como un imbécil o demasiado deprimente. Estaba muy acostumbrado a la vida de los de mi especie. Como sabes, nací en la región de Lujuria en un lugar recóndito del infierno, cerca del gran río de lava.- Kuro se transformó y vistió mientras hablaba, sacó un mapa pequeño del bolsillo de una mochila y lo señaló sentándose junto a Mary.- En esta parte del río hay un puerto que nos lleva al centro, al colegio que hay ahí. Se supone que nos instruyen a todos para obtener los conocimientos básicos de nuestra, ehm, llamémosle carrera. No te rías, es en serio. Entonces, los demonios aprendemos las artimañas de nuestra región y, dependiendo de nuestra especie, cada uno tiene habilidades distintas. En el caso de Lujuria, los gatos, zorros y mapaches son los más peligrosos. Como todos estamos en el mismo lugar ahí fue donde conocí a Daemon, nos ponen en los grupos en base a nuestras habilidades. Desde que nos hicimos amigos supimos que éramos extraños e intentábamos finjir frente a todos que sólo estábamos juntos por conveniencia pero no tardaron en descubrirnos y querer matarnos. Nos vimos en la necesidad de cumplir con lo que debíamos para satisfscer a los alfas, en mi región el ritual consiste en que el demonio llegue a lo alto de una montaña con la ayuda del alma de mil mujeres, ehm, si, bueno, te imaginarás que tipo de mujeres. Por lo regular es un ritual sencillo y rápido, para ser exacto me tomó menos tiempo del que pensaba. Todos lo hacen normalmente hasta los doscientos años pero yo me quise adelantar para no tener que pasar más tiempo ahí.-
-En resúmen, eres un imbécil ninfómano.- rió Mary desde la cama.
-Sabía que sonaría horrible... Mi punto es que la vida en Lujuria es muy deprimente, solo tenemos relaciones por llevar almas al pecado pero nunca es algo que se pueda disfrutar o sentir. Incluso, es más como un castigo allá abajo.-
-Tenías razón, suenas a un imbécil tremendamente deprimente.- seguía riendo Mary- Y aquí arriba ¿Es igual?-
-No, por supuesto que no. Aquí si se puede disfrutar, lo que sea. El problema es que por culpa tuya ya no puedo querer "lo que sea".-
-¿Entonces me quieres a mí?-
-Digamos que te deseo más que nada habido o por haber en cualquier mundo. De hecho desde que existes he estado sufriendo por no poder tocarte.-
-No sabía que fuese tan duro para ti estar conmigo...-
-Incluso en estos momentos estoy luchando internamente por no tocarte o hacer algo estúpido. Además, eres mi ama, tú puedes controlar lo que yo haga, con solo decirlo todo lo que pidas será una orden para mi.-
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Orange Drama
FantasyTori es una chica de 17 años muy escéptica, no cree en fantasmas, demonios, alienígenas ni mucho menos en el amor. Después de muchos años lejos de su ciudad natal, Tori regresa con muchas ansias de probar las frutas del naranjo que plantó de muy peq...