Orange Drama

Peleas.

-¿Cómo que no despiertan?- dije alterándome.

-Relájate, no quiero que te pongas loca. Estás débil.-

-¿Dónde están?-

-En su habitación pero...-

No pude esperar a que Ali terminara la oración, me levanté tan rápido como pude y traté de correr a la habitación de Mary pero efectivamente estaba muy débil y mis piernas no quisieron sostenerme por mucho tiempo. Ali alcanzó a tomarme por el brazo antes de darme de bruces con el piso, pero solo hizo mi caída más suave.
Y lloré.
Lloraba por el daño que les había hecho a todos, lloraba de dolor, de coraje y de tristeza. Lloraba porque mi esfuerzo nunca era suficiente, porque a pesar de lo mucho que lo intentaba nunca había podido comprender realmente a quienes me rodeaban.
Miré a mi mano izquierda, donde se hallaba el corazón de Daemon que usaba de anillo. Daemon había estado cargando con ese dolor durante tanto tiempo, había odiado a Übel de una forma tan agobiante y cansina y yo lo único que había hecho al respecto era darle más motivos para odiarlo. Nuestro primer enfrentamiento había sido un total fracaso, y yo seguía sin hacer nada mas que llorar en los brazos de Ali. No es que no fuera suficientemente reconfortante tener a mi mejor amigo ahí, de vuelta, pero... no era él.

-Descansa un poco más, en un rato yo mismo te llevaré a verlos. Primero recupérate.- susurraba Ali mimándome mientras lloraba.

La rabia me consumía. Las espinas de aquella rosa se clavaban en mi pecho cuales flechas en una diana, pero ya no dolía, solo me recordaba que a cada minuto que pasaba yo estaba más en peligro junto con el nuevo gran poder que ahora cargaba.
Y no pensaba dejar que Übel me arrebatara nada más.

-Ali... Tenemos cosas que hacer.-

Me levanté decidida y movida por todo ese poder, podía sentir incluso como me quemaba las venas. No era esencialmente doloroso, supongo que era cosa de acostumbrarse a ello.

-Según lo que me dijo Daemon, no puede desobedecerme siendo mi familiar. ¿Cierto?-

-¿Qué piensas hacer Tori? Estás muy débil, debes descansar.-

-No hay tiempo para eso, tenemos que movernos y recuperar a Mary. Más importante aún, a mí.-

-¿Por eso es que el perro estaba tan molesto?-

-Así es... Es porque Übel tiene mi corazón.-

Ali puso cara de no entender nada, pero estaba en cierta forma tan asustado de mi repentina actitud que no quiso preguntar más. Nos movimos hasta la habitación donde estaban Mary y Kuro, ambos yacían al lado del otro en la misma cama, parecían plácidamente dormidos. Pasé de largo intentando que el dolor no me volviera a derrumbar y me dirigí al ordenador de Mary. Ahí, el archivo con el Diario del Oráculo estaba dispuesto a mis manos.

-Daemon. Ven aquí ahora.- solté fuerte y claro. En unos minutos el perro mojado y lleno de lodo y ramitas estaba en la habitación, de muy mala gana.

-¿De nuevo con esto?- soltó sarcástico.

-No voy a preguntar ni de donde vienes ni porqué estás tan sucio. Limítate a callarte y seguir mis indicaciones, Daemon podemos arreglar lo nuestro más tarde, ahora tenemos una prioridad y espero que no dejes que tus ridículos sentimientos te controlen y te incapaciten para hacer tu trabajo de protector.-

-Sí, mi ama.- contestó con rabia.

-Ve a buscar a Natsumi, necesito que me ayude a descifrar esto. Después quiero que vayas a los alrededores y consigas información de la situación de Übel y Corel, en especial de esa maldita pelirrosa, nos servirá después si podemos atraparla. Tienes a tu disposición todo el poder que quieras y necesites tomar de mi pero tráela viva.-

-Sí, mi ama.- soltó rechinando los dientes y salió de la habitación.

-¿No estás siendo muy dura con él?- dijo Ali, sentándose a mi lado.

-Es necesario que esté molesto, así podré usar su estado eufórico para recuperar mi corazón... Ah, es este, tiene que ser este.-

Detuve mis ojos en un pequeño poema que se titulaba "La bella durmiente".

-"La niña que cae en mullida cama para el sueño eterno concebir, si quiere despertar debe ser bajo el beso del amor verdadero. Nadie puede engañar al hechizo de un bello sueño, pero puede amarse más de una vez." ¿Qué rayos significa esto? Joder...-

-¿Me buscabas? Diablos, ¿Qué le dijiste a mi hermano para que se pusiera así? Literalmente está rabioso.- Dijo Natsumi, entrando en la habitación.

-Eso no importa ahora, ayúdame a descifrar esto, no puedo pensar muy bien...-

-Claaarooo...- Natsumi se detuvo a leer y con una sonrisa tranquila continuó- Este es bastante simple, refiere a la forma de deshacer el hechizo que le pusieron a Mary, cuando dice "puede amarse más de una vez" significa que no solo el "amor" de Mary puede despertarla, ¡si no que cualquiera que la ame podrá hacerlo!-

-Entonces yo...-

-No perdemos nada con intentarlo.-

Me acerqué a Mary y puse mi mano en su mejilla pálida, estaba algo fría, parecía una verdadera muñeca de porcelana. Se le notaba en el rostro una expresión preocupada, quizá asustada. Natsumi se había encargado de bañarla y cambiarle la ropa, pero aún así las pocas heridas que cargaba (culpa de nuestra huida supongo) la hacían ver terrible junto al color casi blanco de su piel.

-Ah... Si esto funciona, te haré comer más carne, te falta mucho color.-

Llevé mis labios a su frente depositando en ella, junto con todas mis esperanzas, un beso delicado lleno del amor que tenía por mi única hermana, con quien había compartido toda mi vida.
Esperamos unos segundos y la desesperación invadió mi corazón (o lo que sea que tuviera), me puse de rodillas junto a ella y la tomé de la mano. Volví a llorar.

-Todo esto no tenía que haberte pasado... Si tan solo no hubiese olvidado...-

-¿Tori...?- susurró Mary cansina.