ROGUE

FER Y CASS CAP.20

El móvil empezó a sonar por lo que poco a poco fui despertándome, se me olvidó cerrar las cortinas por lo que toda la luz entraba en la habitación, suspiré pesadamente y me giré tratando de volver a dormir, pero el móvil seguía sonando, molesta lo agarré y acepté la llamada.

-Queee

-Vaya manera de saludar.

Dijo la voz molesta.

-¿Quien eres?

-No puedo creer que te hayas olvidado de nosotros.

Frunci el ceño y me senté.

-¿Fer?

-Y Cass.

Dijo ella de fondo.

-Chicos, siento haberme ido de repente, lo siento por no llamaros.

-Tu no te fuistes de repente, ellos te cogieron.

Me quedé en silencio.

-Cady, lo sabemos, incluso hacia donde te diriges.

-No quiero que nadie me siga, es mejor que la mantengais al margen

-Jasson también nos lo dijo, gracias a él tus hermanos no se encuentran ahora pateándole el culo al tal Federic.

-Me alegro de que alguien lo entendiera, ¿Como está después de perder a su amigo?

-El....al enterarse empezó a balbucear y se fue, no le hemos vuelto a ver desde que habló con nosotros, dijo que volvería con el resto.

-Chicos, me tengo que ir, trataré de hablar lo que pueda con vosotros.

-Volveremos a verte.

-Eso espero.

Colgué me tiré de cara a la cama, no quería alejarme de ellos, de mi familia. Antes de que mis lágrimas empezaran a caer me levanté y fui al baño a asearme, al acabar miré mi reflejo. Estaba mas pálida, y con una mirada triste y cansada, las ojeras habían disminuido por suerte, aun así tendría que seguir usando maquillaje o gafas de sol, miré la hora, tendría que bajar ahora si quería desayunar decentemente, coger los cuadros y marchar me alejé del espejo y fui hacia el armario, abrí la mochila y saqué unos pantalones negros, un jersey beige y un abrigo largo, recogí las cosas y salí rápidamente.

Cuando llegué al primer piso pagué y fui al bar situado al lado de mi coche. Me senté cerca de la ventana y pedí un capuccino. Al darme el capuccino volví a mirar la hora, eran las once, no sabía si aquel hombre ya estaría en  las calles por que hice tiempo en el bar, viendo noticias de mi antiguo hogar y de donde viviría el menor tiempo posible.

Al final pasó una hora desde que entré, suponía que aquel hombre ya estaría en las calles por lo que pedí la cuenta y pagué, me levanté y me fui rápidamente al coche, era un día helado y no me apetecía enfermarme. Dentro del coche puse la calefacción al máximo, encendí el coche y conduje varias calles adentrándose en el centro, donde se encontraba el pintor de memoria fotográfica, al ser calles próximas al centro se me hizo difícil aparcar, pero lo logré, bajé del coche y andé rápidamente mientras pensaba en el cuadro y como sería.

Siete minutos después me encontraba frente al pintor que me sonreía.

-Veo que tienes prisa por recoger los cuadros.

Asentí y saqué dinero del bolsillo mostrándoselo. El asintió al ver que no me apetecía hablar y sacó los cuadros sin dejar de sonreír, el lobo tenia un toque mágico y el chico era perfecto, volver a ver su rostro casi consiguió que me saltaran las lágrimas, por suerte el no lo notó, me entregó los cuadros y yo el dinero que me pidió y me fui de nuevo al coche, esta vez, destino al antiguo territorio de lirios dorados.

MINI CAPÍTULO POR HABER TARDADO TANTO EN SUBIR EL ANTERIOR, ESPERO QUE VUELVA TODO A LA NORMALIDAD. BUEEEENO, PRONTO VOLVEREMOS AL ESCENARIO PRINCIPAL Y SABREIS EL POR QUE DE ESAS NOTITAS :)