CUÉNTAME CAP.31

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Me desperté y pregunté cuanto había pasado desde que me había dormido, ellos se limitaron a respoder con "Ya llevas dos días aquí dentro". Eso quería decir que mañana tendría noticias.

Los guardias empezaron a repartir los "desayunos" un simple pan de a saber que día y café sin sabor que mas bien parecía agua con colorante marrón. Cuando los guardias se marcharon a repartir los demás desayunos saqué dos bollitos, uno lo sujeté con la boca mientras que el otro lo lancé acbandp en la cabeza de Víctor, me miró pidiendo explicaciones y yo tan solo me límite a sonreír de manera angelical y encogiendome de hombros.


-¿Hoy me contarás lo que no me has querido contar?

-¿Me lanzas un bollo para que te diga el porqué? ¿No es mejor pedirlo?

Dijo mientras pegaba un bocado a su misil bollito. Nunca recibirá un golpe tan rico como ese.

-Si hace falta te lanzo todos. En verdad, solo quería lanzartelo cerca, pero no soy buena apuntando.

Suspiró mientras se reía por lo bajo.

-Depende de como lo mires.

-Oye, no nos vayamos del tema, ¿me lo vas a contar?

Víctor se quedó pensativo un rato.

-Si, pero mas tarde, puede que a la noche.

Empecé a refunfuñar mientras me cruzaba de brazos, genial, pensé mientras golpeaba con mis dedos el brazo que los apoyaba.

-¿Entonces que me cuentas?

Victor se encogío de hombros y soltó una pequeña risa.

-Estoy encadenado desde hace tiempo y lo unico que hago desde entonces es pudrirme del asco aquí dentro y ahora esto se hace mas ameno por mi vecina de calabozo que no deja de hablar.

No me enfadé por ello, es verdad que estaba algo pesada, pero esque no había nada mas que hacer. Pasaron las horas y al preguntar a los guardias, sacaron su movil y me informaron de que ya era de noche, despues de guardar los móviles, uno de ellos fue a avisar para la comida.

-Me caes bien.

-¿Y eso a que viene?

-Seguramente te ayude a salir de este agujero

-Cambiaras de opinión.

-¿Por que? ¿Por tu secreto? Dimelo y te diré si mi opinión a cambiado.

-Asesiné.

-A cuantas personas.

-A una, en forma de lobo.

-¿Quien fué?

-A mi mujer.

No lo miré, respiré hondo fijando mi mirada en la pared. Estube así varios minutos y luego lo miré.

-Conozco a gente mucho peor, pero ¿Por que lo hicistes?

-Era violenta y muy celosa, siempre trataba de que no saliera de casa, llegaba a amenazarme con asesinarme o suicidarse, no le importaba que fueramos poco a poco a la ruina.  Un día trató de agredirme y al transformarme la asesiné, por eso estoy ahora aquí cumpliendo condena.

-Como pretendes que me enfade por hacer eso, ella se lo buscó.

-Eres la única con esa opinión, tal vez con ayuda hubiera cambiado.

-Lo hubiera echo millones de veces más, la ayuda no hubiera importado.

-Puede, pero no lo comprobé.

le lancé un bollito de nuevo a la cabeza y sonreí.

-Aquí lo único que harás será pensar en ello, yo pienso sacarte de aquí, tienes que decidir que hacer con tu vida.

-Quiero quedarme aquí, en el fondo pienso que fué mi culpa.

-No te dejaré, mañana empezarás de nuevo, ambos, te ayudaremos si hace falta, mañana necesitarás energía para conseguir lo que te he ofrecido.

Victor sonrió y miró al frente observando a los criados que traían comida. Ambos comimos y nos recostamos para dormir, estaba nerviosa, porfin saldría de aquí y vería de nuevo a todos. 




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