Kill the Alpha.

16.

Dedicado a: YouCanBeYourOwnHero

Louis se metió por la ventana, cayendo haciendo leve ruido y como pudo subió las escaleras. Ahí lo vió, sentado de espaldas, mirando la luna con sus ojos verdes brillantes.

—Lo siento Harry.  Tenía miedo. Mucho. –se largó a llorar.—Solo supe mentirle, te creo a tí, confío en tí.

Harry lo acunó en sus brazos.

—Mi papá me odia demasiado como para verme feliz, cree que eres débil.

—Lo soy.

—No, jamás vuelvas a repetirlo.

Harry junto su nariz con la de Louis e hicieron un beso esquimal.  Louis sonrío.

—Sabía que tenía que ser mentira, no le ibas a creer la primera sandez que te dijera sin preguntarme a mí antes.  Y tu muy bien ya sabías las respuestas de las preguntas.

—Solo tenía miedo... ¿Por qué no me respondiste la verdad?

—Porque ya sabías que me había ido de casa de papá porque soy homosexual y por celular no lo iba a repetir. A demás, estás marcado, sentía exactamente lo que sentías, pero no me desesperé.  Confié en tí.

—Gracias. –murmuró Louis. —¿Qué haremos ahora?

—No te preocupes por eso. Él no te tocará más.

—Cree que quiero ser alfa.

Harry asintió pensativo.

—No te preocupes por eso, ya dije. Yo evitaré que se acerque a tí.

—¿Cómo?

—Ven a vivir conmigo. –pidió.

Louis abrió los ojos con sorpresa.  Se merecía un Oscar, por la actuación de la tarde. Estaba, casi literal, hecho caca en sus pantalones, pero logró salir de allí con una pequeña mentira, y claro había terminado en casa de su alfa para explícarle todo.

La piel le dolía cada vez que se sentía lejos de él, quería sentir su protección todo el día, su amor... y también la elección de hacer el amor cuando ellos quisieran como ellos quisieran.

¿Su hogar? No había nada que buscar allí.  Nada de amor, solo rechazo e insultos.  Nada que él quisiera o desease.

Se imaginó el amanecer junto a su alfa, un olor mañanero a lluvia, sus pasos hacía la cocina a prepararle desayuno a su amor... y de pronto, se imaginó mirándose en el espejo, frotando su barriga y deseando saber de que sexo sería su bebé.

¿Tan rápido pueden cambiar las cosas?

Ya era suyo. Louis es el omega de Harry y Harry el alfa de Louis.

—¿Por qué no?

Harry sonrío mostrando todas sus perlas blancas y besó a Louis.

—Te amo Boo.

—Te amo Hazz. –susurró. —¿Qué harás con él?

—Simplemente le dejaré claro que no creerás nada de lo que te diga, amor.  Que eres mí omega y que ni si quiera él podrá cambiar eso.  Y él quedará en el pasado. O si no...–se quedó callado.

—¿O si no?–preguntó.

—Hablaré con mi abuela.

Louis quiso reír, era gracioso como parecía infantil la situación.

—¿Y tú papá le haría caso?

Ahora fue Harry, quién sonrío con ánimos.

—Yo soy el bebé de abuela,–sonrío.—Y mi abuela es una alfa.

Louis quedó boquiabierto. Habían tan pocas mujeres alfa, incluso menos que hombres omegas, y Harry tenía en su familia a una, se sintió realmente inferior.  Harry, tenía una descendencia de alfas más fuertes de lo que creyó.

—Y quiero que la conozcas antes de que tengamos un bebé.