25.

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Dedicado a: BraveryAlive

-Dios... me duele, no recuerdo nada, Harry.-susurró.

Sudaba y sus manos temblaban ligeramente.

-Yo no recuerdo nada.-murmuró nuevamente.

Harry se maldecía y a la misma vez agradecía al cielo, por lo mismo que Louis estuviera justo frente de él.

-Verás Lou,-trató de controlarse, pero nada estaba a su lado.-La primera, nuestra primera vez, fue porque llegaste a mí y estabas teniendo tu primer celo, pero no lo sabías hasta que te dije.-trató de explicar.

Louis, tomó fuerzas y se puso de pié acercándose a Harry.

-No recuerdo nada, sinceramente.-se acercó más.-Pero, esos ojitos verdes, esos labios rosados y tan gruesos... ese cabello largo que combina a la perfección contigo son una perdición para mí en estos momentos y desde que abrí los ojos por primera vez y eso basta para hacerme entender que antes también, ¿Por qué no me besas, Harry y evitas que siga hablando tanto?

Y así fue.

El rizado no se resistió y unió, otra vez, sus labios gruesos con los finos del omega.

La temperatura en el ambiente era la misma, pero ellos ya no lo sentían así. Querían menos ropa y más contacto físico, así que, inconscientemente guiados por su excitación quitaron toda su ropa hasta que sus pieles se consentían con sus movimientos.

Las grandes manos del rizado acariciaban la espalda del omega, hasta quedar en sus glúteos. Esos que admiró muchas veces y jamás dejo de desear. Jamás lo haría.

Louis, formaba aún más rulos en el suave cabello de Harry, con sus pequeñas manos y gemía en el oído del alfa haciéndolo perder cada vez más el control.

Cuando Harry miró los ojos casi transparentes de su omega, sonrío. Olisqueó su cabello, bajando sus besos por el cuello y rozando su nariz perdiéndose en las emociones y olores que el omega desprendía.

-Dios mío,-gruñó.-Me vuelves tan loco, maldita sea.

Louis gimió, y sintió el contacto con frío suelo, gimió cuando el alfa besó su pecho y se acomodó entre sus piernas.

-Oh Dios... me duele.-gimoteó.

Harry, sonrío observando las facciones del hombre que amaba. Más perfecto no podía ser, su cabello alborotado cayendo en su frente y sus ojos dilatando, sus labios resecos y su piel tan caliente.

-Eres perfecto, Lou.-susurró besando sus labios.

Harry, beso las piernas de Louis conduciéndose hasta sus muslos y deteniéndose en su abdomen, acarició sus pezones y rozando su abdomen con su pene llegó de nuevo hasta el rostro de Louis.

Sabía que Louis necesitaba atención inmediata, pero quería y sentía que necesitaba sentirlo completo; disfrutarlo.

Volvió a acomodarse en el medio del omega, y enredó las piernas del mismo alrededor de su cuello. Louis, gimió por el contacto y abrió los ojos de repente frunciendo su ceño cuando sintió la penetración de el alfa.

-¡Mierda, Hazz!-susurró.

Harry, se movió lentamente, pero luego aceleró sus movimientos con los gemidos y arañazos de su omega. Lo sentía tan real, que no quería que nada se desvaneciera.

Quería tenerlo así por siempre.

Quería hacerlo suyo, una y otra vez.

Lo amaba, y eso no podía contradecirse o discutirse.

Louis, sentía infinitas emociones y tenía ese sentimiento de que todo le parecía similar o haberlo vivido que no abandonaba su mente.

No podía dejar de querer guardar el rostro del alfa, sus ojos amarillos, su ceño fruncido y sus rizos cayendo en su cara. Era una imagen perfecta.

Cuando Harry besó su cuello y embistió de manera lenta, pero brusca gimió arañando la espalda del alfa, enterrando un poco sus uñas.

Harry gruñó por lo alto, y sus ojos se volvieron completamente amarillos, ahora sin una chispa de estar Harry cerca. Era su alfa, y el omega de Louis pedía a gritos una sola cosa.

Una que el alfa entendió rápidamente, por clavó sus colmillos en el cuello del omega, con un gruñido y el omega gimió de alivio.

Él si recordaba todo.

-¡Oh Harry!-gimió Louis con algunas lágrimas en su rostro.

Cuando el alfa se separó de su cuello, sus ojos eran verdes y por instinto lamió la mordida buscando alguna manera de ayudarlo.

-Lo siento. Lo siento. Lo siento.-repitió.

-Dios mío, bebé.-dijo Louis.

Se enredó aún más en su cuerpo, y besó todo su rostro.

-Amor mío, perdón. Nunca quise hacerte daño.-susurró con lágrimas en los ojos.

-¿Me recuerdas?-susurró Harry lleno de emoción.

Louis sintió sus mejillas calentarse y asintió.

-¡No lo creo!-mostró una gran sonrisa el alfa.-¡Me recuerdas! -casi gritó, besando a Louis con emoción.-Eres mío.

-Siempre, amor. Siempre. -susurró Louis.

-Lo siento. Siento no haberte creído, Louis. Siento haber sido tan idiota.-se disculpó.

Louis posó un dedo en sus labios con una sonrisa.

-Besáme tonto.

-Sabía que siempre estaría en tu corazón, Boo. -sonrió.

Y el alfa se lanzó a los labios de su amor.

Kill the Alpha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora