19.

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Harry y Louis compartían risas en este momento, caminaban hacía la cabaña de Harry, para estudiar un poco de matemáticas, algunas libretas y demasiados marcadores. Todavía en la piel blanquecina y en la color caramelo había rastros de algunos colores, pero a ellos simplemente no les importaba.  Estaban teniendo un día tan increíble que nada ni nadie se los dañaría

—Esto no es complicado Harry, ¿Te sabes las tablas de multiplicar?·preguntó Louis al ver las ecuaciones.

—La del 0...1..2..3..4 y 5.– contestó dudoso.

—Para dividir tienes que saber las tablas es más fácil además para comprobar si la ecuación esta bien debes sustituir las variables por el número dado, y también necesitarás multiplicar.–repasó.—Bien, X por dos es igual a doce, (X x 2 = 12) ¿Qué es "X"?

Harry frunció el ceño.

Louis rodó los ojos.

—Cariño, ¿No qué sabías la tabla del dos?

Harry río.

—Bien, ¿Qué número multiplicado por 2 da a 12?

—El seis.–respondió obvio.

—Pues entonces X es igual a seis, por eso debes saberte las tablas esto es un ejercicio súper fácil.

—Gracias, ya lo sé.  No quiero estudiar más.  No entiendo porque para ser ginecólogo debo aprender sobre contabilidad.

—Harry, si aspiras a tener tu propio consultorio creeme vas a necesitar las matemáticas,-río.

—¿Cuál es tu color favorito?- preguntó Louis.

—El azul.–respondió rápido.- Desde que te ví por primera vez fue y será mi color favorito.

Louis sonrió tontamente.

—¿Tu único amigo es Zayn?

Louis asintió.—Y tú.

—¿Quieres caminar por el bosque?

—Prefiero una taza de nesquick.–sonrío.—¿Y algunas donas?

—Tengo glaseadas.

Recogieron todo, y a pasos apresurados caminaron a la casa, Harry vió la puerta abierta, se detuvo.  Frunciendo el ceño.

—¿Cerramos las puertas verdad?–preguntó.

Louis asintió nervioso.  Un ruido se escuchó en la casa, y notó a su alfa tensarse de sobremanera.

—Quedate aquí.

—Harry– susurró.—Ten mucho cuidado.

Cuando Louis se acercó a la casa un poco más le dió un olor espeluznante alfa, lleno de maldad.  Sintió un escalofrio por todo su piel, y quiso asomarse a ver que sucedía.

Silencio.

Louis comenzó a desesperarse más, comiendo sus uñas. Su omega daba vueltas alrededor de una roca imaginaria, y por primera vez sintió su piel acalorarse de manera molesta solo por su desesperación.

Escuchó un gruñido, pero no era de su alfa.  Las ganas de matar a quién estuviera haciéndole daño a su alfa fueron más que su miedo, y con las piernas tambaleantes subió las escaleras hasta donde se escuchaban los gritos, entonces lo vió.

Harry estaba casi violeta sin respiración y sus movimientos ya casi no le hacían nada al demente que lo tenía atrapado.

Louis no lo pensó y se trepó encima del alfa extraño, posicionó sus brazos alrededor del cuello del alfa y apretó duro.  El alfa le daba puños ciegamente en la cabeza, pero no lo soltaría.

Él no permitiría que nadie le hiciera daño a su alfa.

Harry miraba la escena con el corazón roto y lágrimas, se sentía asfixiado y sin posibilidades de poder ponerse de pié y ayudar a Louis.

—P-ara.–susurró.
Louis sintió un dolor agudo en su cuerpo y una cosquilla recorrer todo su cuerpo, cayó al suelo, sin poder moverse.

—¡NO!–gritó Harry.—¡NO,NO,NO LOUIS!

Louis trató de hablar, no podía. Trato de observar, solo veía amarillo, amarillo como los rayos del sol.  El dolor recorría cada parte de su cuerpo, cuando por fin vió algo fue al alfa... muerto en el suelo.

Sintió el pánico apoderarse de su cuerpo, y cuando por fin pudo mover su cuerpo se sentó viendo como Harry tenía la mirada perdida.

—¿Realmente lo hicistes Louis.–murmuró Harry.—Lo lograste.

Louis no entendía bien, se sentía demasiado confundido. Se tocó el cuello y no sintió su marca... el dolor había desaparecido.

Cuando por fin sus cuerdas vocales funcionaron soltó un gruñido gutural quedándose con la habitación entera e hizo que Harry se sintiera pequeño a su lado, que no lo reconociera.

Kill the Alpha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora