23.

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Le dolía la cabeza, los ojos, los labios, las manos, piernas, pero no podía evitar el dolor en su corazón.  Quería regresar el tiempo atrás y evitar todo, hacer más feliz a la persona que en este momento no lo recordaba.

Se sentía culpable, dudó en el primer momento de la única persona que se había dedicado a quererlo y amarlo como nadie más.

Estaba dispuesto a todo por él, justo como él había hecho. Decidió perderlo todo, sus memorias y hasta su vida por él.

Las lágrimas del rizado no cesaban tenía tanto que decir, pero ni si quiera una palabra salía de sus labios.

La felicidad es algo que puede estar en un momento y en el otro no, pero Harry sentía que había perdido su felicidad por su culpa, por no creer y confiar en su omega.

Su omega.

Respiró fuertemente dando pasos hacía atrás cuando Zayn, se acercó.

Todavía estaban en el patio incluso cuando los rayos del sol iluminaban un poco, y el cielo se volvía color azul oscuro casi negro y las pequeñas estrellas blancas se dejaban ver como siempre brillantes, llenas de vida.

Miraba las estrellas tratando de contarlas o en busca de alguna respuesta.

—¿Zayn?

Entonces, Harry sintió, otra vez, su mundo desarmarse.  Aguantó su cabeza entre sus manos y respiró tan profundo como pudo porque sentía que el aire le faltaba.

—Si Louis, ¿Puedes recordarme?–preguntó Zayn con cautela.

Louis frunció el ceño.

—Claro que te recuerdo, Zayn.–murmuró seguro. —¿Por qué no lo haría?

—¿Recuerdas que sucedió hoy?

Harry, se quedó atento a las facciones del castaño.  Tenía tierra en algunas partes de su cuerpo e iba descalzo, su cabello estaba revuelto.

-—Íbamos hacía la Universidad... ¿Por qué hay un alfa aquí?–murmuró confundido.

Zayn, se puso de pié y ayudó a Louis a hacerlo.  En silencio todos fueron hacía dentro y se sentaron el suelo.

Harry estaba sumido en sus pensamientos tratando de encontrar las partes rotas de su corazón en soledad para así recuperar las de la persona que más ama.

—Louis, ¿Recuerdas a Harry?

Asintió.

—De la Universidad...– murmuró.

—Era tu alfa.–soltó sin aguantar más.

—¿Qué?–río. —Obvio que no, yo recordaría eso.  Ni si quiera lo conozco.

—Tomlinson, estuviste marcado por él durante casi un mes y llevaban casi cinco meses de relación.  Estás completamente enamorado de él, solo que no recuerdas porque decidiste esto.  Por defenderlo mataste a un alfa, y te convertiste en algo que ya no querías y para demostrarle a Harry tu amor decidiste morir... o perder la memoria, y aquí está el resultado.

Habló con lentitud tratando de no aturdir al castaño con tanta información.

Louis, se puso de pié y respiró fuertemente.

—Yo no haría eso, no moriría por dejar de ser alfa. Es algo que siempre había querido.

—No, Louis. Tú descartaste eso de tu mente, amas a Harry.

—¿QUIERES PARAR DE ASEGURAR ALGO QUE NO SIENTO?–gritó.—¡NO RECUERDO!

Salió corriendo, y el alfa como pudo corrió trás él.  Cuando el omega se detuvo aulló con dolor, y se sentó en una mesada que daba al río.  La luna se reflejaba, y la luz daba justo en el rostro del omega.

—Louis.–murmuró Harry. —Permite que hable, –suplicó.—Se que no recuerdas nada, pero, ¿Podrías escucharme?

Louis se detuvo a mirarlo por primera vez.  Unos labios rosados, unos rizos chocolates y unos ojos hermosamente verdes iluminados por la blanca luz de la luna.  Tenía frente a un alfa, y no sentía miedo; el olor a tristeza y amor, lo rodeaban.  Louis, sonrío y miró algunos tatuajes en el robusto cuerpo del alfa.  Sintió una leve cosquilla en su cuerpo, que se detuvo en su vientre.

Era hermoso, eso pensaba el omega.

—Habla. –se convenció.

—Nos conocimos en la Universidad, un día saliste corriendo y te seguí, comenzamos a hablar y te invité a mi casa.–río.—Te cancelé la cita porque mi papá estaba en la ciudad, pero no comprendiste eso hasta después.  Recuerdo que había optado por no ir a la Universidad, pero ese día salí fuera y llegaste.  No sé como porque no sabías ni si quiera donde vivía yo, pero... –se sonrojó. —Estabas empezando tu celo, de hecho, el primero, y te ayude.  Desde ese momento me sentía demasiado atraído por tí, quería tenerte conmigo siempre y sobre todo protegerte.  Me confesaste que habías deseado casi toda tu vida ser alfa... pero también me confesaste tu amor.  Todo cambió en ese momento.

—¿Yo te confesé eso?

Harry asintió.

Louis, se sentía con vergüenza. Tenía a alguien tan hermoso frente a él y no podía recordar nada, absolutamente nada.  Se sintió impotente, muy dentro de él sabía que había querido ser alfa por miedo a la soledad, pero un alfa se fijó en él...

—Dame una oportunidad de enamorarte.  No me importa si no recuerdas, yo te volveré a conquistar.

Louis, miró directamente al alfa, sintiéndose pequeño, pero con cierta seguridad se acercó a su cuello.  Olisqueó su aroma cerrando los ojos, y por primera vez en todo el día su omega suspiraba tranquilo. Subió directamente hasta sus labios y vio como el alfa cerraba los ojos, rozó sus labios casi atragantándose con las sensaciones, y abrió la boca para susurrar:

—Te doy una oportunidad, cariño.–susurró.—Te daré las que quieras.

Y con una sonrisa traviesa, dejó al alfa allí sentado.

Kill the Alpha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora