Cada vez que entraba a la cafetería de la escuela no podía evitar pasar por la mesa de Sabina era uno de los pocos momentos en la que la podía ver reír, probablemente sonreía así todo el tiempo pero yo no podía estar con ella todo el tiempo, siempre se sentaba en la silla del fondo, y recostaba uno de sus brazos sobre la mesa mientras con su otra mano tapaba su boca para evitar que sus risas fuesen más altas de lo que debería, a mi me encantaría un salón donde solo se pudiesen escuchar sus risas, a veces Sabina comentaba algunos chistes pero la mayoría del tiempo solo escuchaba y disfrutaba de ellos, observaba a todos los de la mesa fijamente, parecía como si decidiera a quien conservar, mientras yo la observaba a ella y me repetía que la elegiría siempre, aunque fuese inestable. Aunque no siempre estuviese, la elegiría a ella por sobre todas las cosas
Un día mientras pasaba por la mesa sus ojos se posaron en mi, no eran fácil de ignorar su mirada, era la única con ojos tan profundos y poderosos como para hacerte temblar, yo la mire de reojo y le sonreí.
"Hola chico de la tienda" Y luego tomo un sorbo de su bebida, sentí que me paralizaba no se cuanto tiempo pase ahí solo recuerdo que vi a Sabina bajar la vista y mover el rostro y entonces pude continuar caminando, tal vez el ver su rostro me mantenía cerca de ella.
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Sin Ancla
Short StoryRecuerdo que mirarte dolía Como si me robaran el alma Recuerdo que sonreírte dolía Como si me succionarán la esperanza Recuerdo que tocarte dolía Como si me quemaran la piel Recuerdo que amarte dolía Sin embargo mas dolía no hacerlo Eras como la b...