Esa tarde me la pase mirando a Sabina mientras comía y me contaba lo maravilloso que habia sido su viaje, reía en los momentos chistosos, su risa era tan contagiosa que me hacia reír a mi, sin embargo nunca rebelo el lugar donde estaba, por muchas preguntas que le hiciera para tratar de adivinar en lugar ella siempre parecía captar lo que trataba de hacer encontrar una respuesta evasiva.
Al final de la tarde cuando ya no quedaba mas comida en su plato y su mirada estaba perdida en algún lugar sobre mi hombro; Se levanto y me sonrió, entonces sentí sus brazos a mi alrededor cuello, su tacto era suave y cálido, parecía que estaba abrazando a un osos de peluche, y olía a libros viejos. Me encantaba.
"Gracias por escucharme" Y salió de la tienda, dejando su aroma en el aire.
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Sin Ancla
Short StoryRecuerdo que mirarte dolía Como si me robaran el alma Recuerdo que sonreírte dolía Como si me succionarán la esperanza Recuerdo que tocarte dolía Como si me quemaran la piel Recuerdo que amarte dolía Sin embargo mas dolía no hacerlo Eras como la b...