Sabina habia ordenado arroz chino a la cafetería de la tienda, y me toco llevárselo, estaba nervioso desde el día en que me agarro de la mano, así que me tome mi tiempo en cruzar la calle, y cuando llegue a su casa aun pensaba en correr lejos pero ella me abrió y me jalo dentro, casi caigo gracias a unos libros que estaban en mi camino, vi el lugar, habia mas libros que antes, podía pasarme la vida entera leyendo los títulos de todos esos libros y aun no me daría la vida para leerlos todos.
Sabina cerro la puerta y cogió el arroz de mi mano, no se como hizo para llegar a la cocina, los libros parecían organizados en un orden que solo ella podía entender, parecía un laberinto.
"Ni siquiera me gusta el arroz chino" Dijo y lanzo el envase al basurero, luego se sentó en el sofá y me jalo hasta el brazo para sentarme junto a ella.
"Debo trabajar" Le dije, pero no quería irme, se veía mejor que nunca con su cara adormilada y gigantes lentes adornando su rostro, pude ver en la desordenada cama el libro Mil Años de Soledad.
"No te preocupes, yo te cubro" Saco algo de detrás del sofá, parecía una pequeña caja, envuelta en papel de regalo, y la tarjeta decía 'Feliz Navidad'
"¿Porque me d..." No me dejo terminar.
"Ábrelo" Parecía emocionada, lo abrí y era un libro y una revista, el libro era Matar a un Ruiseñor, y la revista hablaba sobre el segundo libro de esté "Querías saber donde estaba ¿no?"
"Pero esto no dice donde estabas" Ella sonrió.
"Tu ves pero no observas" Y luego me saco de su casa.
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Sin Ancla
Short StoryRecuerdo que mirarte dolía Como si me robaran el alma Recuerdo que sonreírte dolía Como si me succionarán la esperanza Recuerdo que tocarte dolía Como si me quemaran la piel Recuerdo que amarte dolía Sin embargo mas dolía no hacerlo Eras como la b...