Sabina habia cambiado, eso quería creer. Y yo cambiaba con ella, lo sabia, lo sentía cada vez que sus pequeños brazos me abrazaban por la espalda y descansaba su cabeza sobre esta. Nunca fui musculoso, era alto y delgado con abdomen plano y sin músculos, mi cabello era largo y liso, arriba de mis orejas y caía sobre mi frente, nunca agradecí tanto no ser musculoso como cuando ella jadeaba para poder rodearme con sus brazos que apenas alcanzaban. Y en ese momento cuando lo hacia yo pasaba mi mano sobre sus hombros y la miraba, la miraba diciéndome que esta vez si se quedaría.
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Sin Ancla
Short StoryRecuerdo que mirarte dolía Como si me robaran el alma Recuerdo que sonreírte dolía Como si me succionarán la esperanza Recuerdo que tocarte dolía Como si me quemaran la piel Recuerdo que amarte dolía Sin embargo mas dolía no hacerlo Eras como la b...