Veía a Sabina en el asiento de delante, habia vuelto hace unos días de un viaje, aun no se donde estaba, pero se ve pálida, como si no hubiese comido en días, su pelo estaba enredado y atado en un moño -Chongo, tomate- sobre su cabeza, tenia ojeras y podía ver que se estaba esforzando por mantenerse despierta ¿Donde se habrá metido?
Después de un tiempo volví a mirar a su silla, el sueño le habia ganado y estaba dormida sobre su pupitre, un libro callo a su lado: El guardián Entre el Centeno, o para mi, respuestas.
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Sin Ancla
Short StoryRecuerdo que mirarte dolía Como si me robaran el alma Recuerdo que sonreírte dolía Como si me succionarán la esperanza Recuerdo que tocarte dolía Como si me quemaran la piel Recuerdo que amarte dolía Sin embargo mas dolía no hacerlo Eras como la b...