9. TORRE DE MENTIRAS

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PARTE I

//RIAHN//


El reloj que descansa en el buró marca las 8AM. Es un lunes, día de escuela, y sin embargo permanezco en la cama. Afuera el cielo se está cayendo en forma de tormenta. Todo está gris y húmedo. Incluso siento frío.

Me remuevo debajo de las sábanas y enciendo una lámpara cercana. Las nubes grises mantienen a raya el sol e impiden que la habitación se ilumine naturalmente.

La luz tenue que ahora cubre mi alrededor me deprime. Es amarilla y tan débil que no logra iluminar la habitación por completo. Pero me conformo con ello, me niego totalmente a poner un pie fuera de la cama. Mi ánimo está por los suelos y empeora cuando la tormenta se intensifica ahí afuera.

-¿Qué fue exactamente lo que ocurrió anoche?-libero la pregunta en la habitación con la esperanza de una respuesta.

Siwon, mi compañero de clases en la universidad, había aparecido de la nada en mi habitación. Aparecido, dicho un par de cosas inentendibles, y desaparecido sin más. ¿Qué tan extraño era eso?

Bueno, no tan extraño como lo que había sentido el resto de la noche después de su partida. Las vocecita que había escuchado un par de veces antes, había regresado. La había escuchado hablar de cosas sin sentidos por el resto de la noche. No lograba entender la totalidad de sus palabras y en ocasiones su voz era similar a un murmullo, pero permanecía ahí, en mi cabeza.

Tal vez debía volver a hablarle a Aedion sobre el tema. Eran demasiadas coincidencias para seguir pensando en ellas como un tema sin importancia.

La primera había sido la aparición de Siwon. Un acontecimiento que bien podía haber pasado por algo normal. Sólo alguien más que iba a la misma universidad que yo. ¿Qué tan raro podía ser eso? Nada raro, otros cientos de personas iban a la escuela conmigo. Pero mi encuentro con Siwon había sido diferente.

Había algo más en la manera en la que me miraba. En cómo su voz temblaba cuando pronunciaba mi nombre. Tenía que existir algo más en la manera en la que su existencia era bienvenida por la mía. Parecíamos dos personas que se conocían de toda la vida. Lo cual era ridículo porque apenas habíamos pasado unas semanas juntos. Pero había algo dentro de mí, que me decía que no era así. Esa pequeña voz, ese pequeño murmullo, parecía estar gritando una verdad diferente. Una verdad que yo no era capaz de escuchar.

Otra pequeña casualidad era el hecho de que hubiera terminado con Aedion. ¿Qué tan probable era que dos chicos de tu edad se hicieran cargo de ti sin tener relación con ellos? Yo no tenía a nadie. ¿Por qué dos extraños se habían hecho cargo de mí? Nunca hablábamos de lo ocurrido. Tampoco parecían interesados por saber cosas de mí. Me trataban como si me conocieran de toda la vida. Como si supieran algo que yo no. Valoraba lo que habían hecho por mí, sus cuidados y el hogar que me habían dado, pero no por eso dejaba de ser extraño. ¿Quién no sentiría curiosidad por una extraña a la que le salvan la vida? La única explicación lógica era que ellos ya conocían mi historia, y eso me ponía de los nervios.

Ese par de hechos, sumado a pequeños detalles sueltos me hacían pensar que mi día a día era una mentira. Una construida de manera tan precisa que probablemente tendría que emplear todo mi esfuerzo para hacer tambalear los cimientos y así vislumbrar la verdad.

Los sueños que acudían a mí cada noche. Las palabras de Siwon. Y los fragmentos de mi vida que no podía recordar. Estaba segura que todas eran piezas de un puzzle que al unirse me revelarían la verdad. La pregunta era, ¿en verdad estaba lista para conocerla?



//SIWON//


La mano me hormigueaba. La sentía entumecida y palpitante. Desde que me había hecho de esa marca me había acostumbrado a la sensación de dolor latente que me causaba. La marca ardía como fuego que se negaba a ser apagado. Era su forma de recordarme que había sido corrompido. Porque no existía duda de que lo había sido.

Me incorporé dentro de la celda y la rodeé lentamente. Era la segunda vez que era encerrado en ella así que estaba familiarizado con su reducido espacio.

Me encontraba en las mazmorras de la Orden de la Oscuridad.

James. Él probablemente me había metido ahí.

Me acerqué a los barrotes e intenté echarlos abajo. Existía una diferencia abismal entre el chico que había sido capturado y encerrado un año atrás y yo, el Soldado de Luz totalmente capaz de liberarse. Los fierros gruesos se doblaron con apenas un poco de esfuerzo y escapé de la celda.

Tenía que salir de ahí. No podía seguir perdiendo tiempo. El dolor en la muñeca era insoportable y el Lhuar me estaba asfixiando.

Recorrí un par de pasillos hasta llegar a las escaleras que me conducirían a la planta baja y de ahí a la salida. Crucé las puertas y me detuve al instante. Había alguien esperándome al final del pasillo.

-Siwon.

Esa voz la conocía bien. Ella era... ¡Sky!




***



¡Hola personitas al otro lado de la pantalla! Esta es su escritora no favorita.

Este es un capítulo cortito para recordarles que aún vivo, y que servirá como base para los que serán publicados en los próximos días. Ya soy libre -en lo relativo- de mis obligaciones académicas así que los compensaré.

En otras noticias quiero comentarles que voy a lanzar una serie de historias cortas de los personajes no principales de esta historia. Son pequeños librillos de los Soldados de Luz y muy probablemente también habrán historias cortas de los Pecadores.

Hoy iniciaré con la publicación de <<W I S D O M>>, que es el librillo dedicado a Inha y Hikari, los usuarios de ese don. Para leerlo sólo tiene que ir a mi sección de obras y agregarlo a su biblioteca. Conforme las historias se vayan publicando les mantendré informados. Igual pueden dejarme todas sus dudas sobre los personajes, trataré de responderlas con la narrativa de esas historias separadas.


Sin más por el momento, nos leemos mañana(?)



Pd. ¿Quién es Sky? Ella habla muchos idiomas.

WE CAN BE DIVINE [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora