9 PARTE II TORRE DE MENTIRAS.

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PARTE II

//HIKARI//

Sé que es de día ya. El sol es cubierto por gruesas nubes grises pero sé que ha amanecido ya. ¿Cuántas horas he permanecido aquí? Me remuevo en el rincón sucio en el que me encuentro. Hago un intento por ponerme de pie pero fracaso. Estoy exhausta. No puedo moverme y sé que no podré moverme pronto. Tal vez sería mejor que pidiera ayuda. Algún mensajero de la Orden no me vendría mal. Necesito que mis heridas sean atendidas, una buena ducha, y tal vez un día de sueño. Gruño enojada. No soy diferente a una mortal en esta condición. Sin el Zeitgeist soy prácticamente una chica cualquiera.

¿Algún día podría usarlo de nuevo? Sentir como la cálida energía de la Luz se libera por todo mi cuerpo. Como el dolor se evapora llevándose consigo cualquier herida. La calidez deshaciéndose del cansancio. La Luz renovando mi interior. ¿Cuánto más tendría que esperar para poder experimentarlo de nuevo?

Todo era tan injusto. Era el único Soldado de Luz que había sido privado de su naturaleza. Y todo era por InHa. Ese chico malo que se negaba a pronunciar el juramento de nuevo. ¿Por qué se empeñaba en mantenerme fuera de esto? Era mi asunto. El cielo sabía que había nacido para esto. Al igual que todos ellos.

Frustrada, adolorida y exhausta refunfuñé ante todo lo que las palabras "nacida para proteger" significaban. Todo era una cruel falacia. Incluso mi nombre lo era. ¿Hikari? Mi nombre no tenía ningún significado si yo no podía usar la Luz. Mis días no tenían ningún significado si yo no era capaz de caminar hacia mi destino.

Una ligera llovizna comenzó a caer del cielo y con eso mi tristeza fue mermada. ¿Desde cuándo me compadecía de mí misma? Esta no era yo. Esto no era el resultado de los años que había pasado lejos, de las cientos de noches en vela aprendiendo la historia de la Luz, de las horas continuas de entrenamiento. No. Tener pensamientos tan débiles era lo que me hacía humana. Yo, ante todo no era humana. Era un Soldado de Luz. Un elegido. Alguien destinado a grandes cosas. Esa era yo. La usuaria del don de Wisdom. Yo era una chica fuerte. Yo tenía un papel en la historia y era uno que nadie más podía interpretar. Estaba destinada a grandes cosas. Lo estaba.

-¿Cuánto tiempo planeas permanecer ahí, Hikari?

Le dirijo una mirada fulminante a Clarie que se encuentra al final del callejón. Es una mezcla de alivio y desconfianza lo que siento ante su inesperada presencia.

-Planeaba pedir ayuda pronto-susurro con toda la intención de que mis palabras no sean escuchadas-. ¿Cómo me encontraste?

-Coincidencia-sonríe-, en realidad estoy camino a otro sitio.

Clarie, la luna de Right Judgement puede ser uno de los Soldados de Luz mejor entrenados en toda la Orden, pero si hay algo que no puede hacer es mentir. El rubor de vergüenza que cubre su rostro y su mirada nerviosa me lo prueban.

-Ayúdame-le extiendo una mano y ella corre hacia mí.

Clarie es un par de años mayor pero bien podría pasar por alguien mucho más joven. Ella, al igual que Jude, había sido criada en Nueva York alejada del resto de los Soldados de Luz. Los usuarios de Right Judgment habían sido apartados de nosotros por una razón en especial. Una que probablemente solo era del conocimiento de InHa. De nuevo mi sol ocultaba cosas importantes. ¿Podría serme de utilidad esa información? Jude ocupaba ahora el lugar de InHa en el Consejo. Si yo tuviera esa información...

La idea de hacer confesar a Clarie cruzó por mi mente con la misma rapidez con la que fue desechada. ¿Qué estaba planeando hacerle a la chica que amablemente me estaba auxiliando? Tenía que aprender algo de modales, seriamente.

WE CAN BE DIVINE [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora