Primer día de escuela

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Luego de...  Me fui a la habitación que me correspondía, y al llegar allí me di cuenta que no era la única en la habitación, habían 3 camas y  dos niñas allí, una de ellas bailaba al ritmo de la música de su IPod,  mientras la otra jugaba pin-pon con la pared.
La que bailaba al dar la vuelta y verme, se detuvo y miró de arriba a abajo de manera despectiva. Luego volteó y siguió bailando. La niña que jugaba detuvo su juego y me dijo -hola,  yo soy Paola y ella es estefany, ¿como te llamas?- me preguntó de manera muy agradable . Yo me quedé helada y aunque quería  responder no me salían las palabras, ella una vez más me preguntó, y yo tomé aire y le contesté -mi nombre es Amelia,  pero pueden decirme Mía-. Ella me sonrió y me dijo, -muy bien Mía, tu cama es la de arriba -, yo acepté gentilmente, pero Estefany abolió por aquello, -yo quiero esa cama,  la tuya es la de abajo Mía -, claro está hice lo que ella dijo así que pise todas mis cosas sobre la cama y me fui a recorrer el plantel.

Mientras caminaba por el lugar escuché por las bocinas un mensaje de la directora : -atención a todos los estudiantes favor de ir al auditorio central para llevar a cabo el acto de bienvenida y recibir informaciones importante -, No tenía ni una mínima idea de donde estaba el auditorio, y no me animaba a preguntarle a nadie has que me encontré con Paola que por suerte iba por esa ruta y me llevó hasta el auditorio, y mejor aún se sentó junto a mí allá.

Una vez todos en el auditorio nos dieron la bienvenida formal y nos leyeron el reglamento estudiantil, eran cosas como:
*No salir de las habitaciones pasada las 9:00 pm
*No asistir al dormitorio del género contrario al suyo.
...
Y la regla que más me sorprendió : * Usar siempre el uniforme establecido.
[¡¡¡¡!¿¿¿¿uniforme ????!!!!] yo no tenía idea que debíamos usar uniformes,  pero bueno... Esas son las reglas.

Terminado el acto nos entregaron a todos los uniformes, volví a la habitación para dejarlo allí, y de paso organizé todas mis cosas,  a mi me encanta ver mis cosas bien organizadas, soy bastante perfeccionista.

A la hora del almuerzo fui a la cafetería, aquel lugar estaba lleno de mesas,  con muchos chic@s allí, yo iba caminando por aquel lugar y de pronto nuevamente Paola apareció y me invitó a sentarme en una mesa con ella y sus amigas. Yo feliz fui estaba muy alegre ella de seguro iba a ser mis amigas.

Terminé el día recorriendo el lugar con Paola y sus amigas,  toda la tarde me la pasé con ellas,  al final me fui a la cama con una gran sonrisa en mi rostro.

El diario de MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora