Me encerré en mi habitación mientras mi madre me perseguía y posteriormente golpeteaba la puerta con insistencia.
-¿Qué pasó? ¡Ábreme, por favor!
-No quiero hablar, por favor -hablé con voz quebrada.
Pero eso solo empeoró las cosas.
-¡Lea, Abre! -Dijo mientras volvía a tocar.
-¡Vete! -dije ahora lloriqueando.
Ella suspiró frustrada y luego habló con más suavidad.
-Lea... por favor, detesto verte así, abre la puerta.
Me levanté rendida y abrí la puerta con lentitud. Nos miramos por un segundo y no pude resistir más.
Me lancé a sus brazos a llorar.
-¿Qué pasó? -preguntó luego de unos minutos.
-Megan... es una tonta, me uso solo para burlarse de mí, me humillo en pleno pasillo, me llamó ingenua por... p-por creer que enserio era mi amiga... -lloriqueé de nuevo.
Ella suspiró mientras acariciaba mi cabello, como si buscara alguna palabra que decir. Sentía compasión por ella, porque en su lugar, a mí no se me habría ocurrido ningún consuelo.
-Es una estúpida -habló por fin. Yo sonreí.
-Lo es... pero no puedo creer que apenas lo sé.
-¿Iras al conservatorio? Puedes quedarte si quieres... puedes contarme lo que ocurrió, hoy estaré toda la tarde aquí.
Sonreí -Me parece bien. Gracias mamá.
Ella sonrió y luego nos sentamos en mi cama un rato. Le conté solo lo que consideré más importante y ella solo asentía sin decir mucho, seguramente, sintiéndose mal por mí.
Luego de un rato, merendamos y la tarde se fue volando.
Al día siguiente me sentía un poco mejor, pero no quería ir a al colegio, y mucho menos tener que ver a Megan o a alguien de su clan.
Finalmente fui obligada por mamá e hice todos mis esfuerzos por no toparme con Megan.
Anduve escondiéndome en los pasillos y tratando de pasar desapercibida más aún de lo que lo hacía de costumbre.
Y funcionó, no la vi en todo el día.
Aunque estaba segura de que si lo hubiera hecho, no le hubiera permitido ver el estado en que me encontraba, no le daría el gusto de saber que me lastimó, aunque fuera totalmente cierto.
El día siguiente pasó rápido hasta la última hora de clases, cuando Megan pasó a mi lado, obviamente a propósito, tomando la mano de Gianluca y mirándome con odio.
Me limité a ignorarla y a contener la sarta de palabras feas que me hubiera fascinado decirle.
Seguía sin entender ¿Qué le había hecho yo? ¿Por qué tanta crueldad? ¿No entendía que ya había sufrido lo suficiente? ¿Por qué seguía restregándomelo?
Suspiré y me fui de allí balbuceando para mí una gran cantidad de cosas que seguramente no sería capaz de decir en voz alta.
Llegué a casa un poco más tarde de lo habitual, almorcé, me cambié de ropa y luego de un rato salí hacia el conservatorio.
Entré con el tiempo justo y me dirigí a mi clase de violín. La tarde voló tal y como esperaba, y antes de darme cuenta, estaba en historia de la música, faltando pocos minutos para salir.
El profesor Ricardo hablaba con su gruesa voz, infundiendo miedo a la vez. Una chica en la otra esquina del salón, me miraba con una sonrisa burlona en su rostro, la reconocía, Amanda, parte del séquito del terror de la escuela, alias, amiga de Megan.

ESTÁS LEYENDO
Paura D'Amare [Ignazio Boschetto]
FanfictionLos seres humanos estamos condenados a temer al cambio, a lo desconocido y a lo que creemos que podría dañarnos. Preferimos estar en una zona de confort, creando murallas a nuestro alrededor en inútiles intentos de alejarnos de aquello a lo que teme...