Paura D'Amare [Ignazio Boschetto]

Seis: El primer ensayo

Estaba sentada en posición de indio en la alfombra del salón de música mientras hacía apuntes en un cuaderno. Me sobresalté cuando la puerta se abrió.

-Lamento haberte asustado.

-No te preocupes, adelante -dije mientras me levantaba.

-Entonces esto es como ¿Un primer ensayo?

-Supongo, aunque no veo necesidad de nombrarlo.

-Entonces... lo primero es ¿Qué vamos a tocar?

-Podemos buscar algo... ¿Clásico?

-Supongo... aunque no necesariamente tiene que serlo -respondió. Yo casi me reí, ¿Que tocaríamos, sino, algo clásico?

Saqué mi laptop y abrí YouTube, coloqué en el buscador "duetos de piano y violín" y básicamente escuchamos todos los videos que conseguimos.

Me reí mucho con sus expresiones cuando algo no le gustaba, era una persona muy sincera y no se guardaba sus opiniones. Algunos me gustaban a mí y no a él, otros al revés. O quizás él pensaba que eran muy tristes o yo decía que sería incapaz de tocar eso, fue un trabajo largo y difícil, sinceramente ninguno me convencía ni a mí ni a él.

-Esto es absurdo, no... no podemos tocar nada de esto.

-¡Qué gran optimismo! ¿Piensas rendirte porque las primeras no te han gustado?

-Hemos visto 28 videos, van casi tres horas. ¿En serio crees que hay algo que no hayamos visto?

-Síp.

-¿Qué cosa?

-Ese video -señaló la pantalla. -Es el único que no hemos visto.

Bufé- ¿Y si ese tampoco sirve?

-¿No te parece que hay que verlo primero?

Conforme más hablábamos cada vez parecía haber más confianza y su trato conmigo cada vez era más... ¿Personal? ¿Confianzudo? No digo que me molestara, pero seguía habiendo algo extraño, algo que no sabía que era.

Mamá entró con una gran sonrisa cuando estaba por reproducir el video -Disculpen la molestia, ¿Cómo van?

-Mal.

-Bien.

Contestamos al mismo tiempo y cruzamos una mirada.

-Su hija es poco optimista, pero vamos bien, solo que aún no encontramos la canción correcta.

Abrí la boca para refutar pero decidí callar mejor.

-Entonces, les dejaré esto por aquí -colocó la bandeja que traía en la mesa. -Y me retiraré, veo que tienen trabajo.

Mamá salió y sentí un ardor poco peculiar en la garganta.

Respiré profundamente un par de veces tratando de no alarmarme.

Oh, no.

Me levante rápidamente de la alfombra mientras Ignazio me miraba con incredulidad, escudriñé la habitación con la mirada desesperándome con cada segundo que pasaba.

Finalmente divise mi inhalador al lado del Piano.

Corrí hasta él y le di una profunda calada.

Respiré un par de veces y me relajé conforme el aire llenaba mis pulmones en su totalidad.

-¿Estás bien? -preguntó entre preocupado y confuso.

-Soy asmática -respondí con sencillez- un ataque ligero -su mirada reflejaba sorpresa -no es nada que el inhalador no resuelva... solo que me asusté porque no pasa muy seguido... la última vez fue hace dos años y terminé hospitalizada.