Llegué a mi casa cerca de las 8, los chicos me acompañaron. Mi mamá alagó mi corte y yo me abstuve de quejarme de nuevo.
Al entrar a mi habitación me sobresalte cuando escuché un grito y algo abrazó mi cadera.
-¡Isa! ¡Me asustaste!
La pequeña sonrió -Hoy haremos pijamada.
-¿Ah sí?
-Sí. Papá está trabajando.
Isabella tenía 5 años y es hija del hermano de mamá, el tío Fred. Su mamá, la tía Victoria, murió en el parto, fue un golpe muy duro para todos, en especial para mi tío, quien no tenía la más mínima experiencia en niños. Trabaja todo el día y mis abuelos son los que la cuidan casi siempre... y como ven, a veces nosotras.
Y por si no fuera ya complicado, Isabella tenía asperger.
Contrario a lo que muchos creerían, era del todo normal, el único detalle era su dificultad para relacionarse con otras niñas (cosa que como saben, también tenía yo) y que su manera de ver el mundo y de expresarse era un poco extraña... pero hasta que no la conocías bien y conversabas con ella, no te dabas cuenta de nada.
Era una niña preciosa y la adoraba.
-¿Y qué planes tienes?
-¡Vas a jugar conmigo!
-Pero estoy cansada...
-No es mi culpa, tengo varias horas esperando por ti.
-Estaba ocupada.
-Con tu... ¿novio?
-¿Novio? ¿De dónde sacas eso?
-La tía Viviana dijo que andabas con un chico... y yo sé que es tu novio.
-Es solo un amigo, yo no tengo novio.
-No te creo.
-Problema tuyo.
-Como sea, juega conmigo -insistió agarrándome del brazo.
-Isa... no... mañana.
-¡No, juega conmigo!
Cedí ante su insistencia y jugué a las princesas un rato, hasta que la niña terremoto se quedó dormida y me pude acostar yo también.
¿Mamá le habría dicho que era mi novio? ¿O serían conclusiones de ella?
Si era totalmente franca conmigo misma, sabía que lo que sentía por Ignazio era algo más que una simple amistad... era como mi mejor amigo y me encantaba su compañía, había logrado cambiarme, era más abierta, menos tímida... incluso me sentía mejor conmigo misma, cosa que jamás me imaginé que pudiera pasar.
Tal vez... solo tal vez me gustaba, un poquito no más.
Como por arte de magia mi teléfono sonó, y con toda la flojera del mundo me levanté, me cambié y leí el mensaje mientras me volvía a acostar.
"Ignazio: 9:43. Hola enana"
Una sonrisa se dibujó en mi rostro y respondí.
"No soy enana"
Respondió casi en el mismo momento.
"Si eres, y mucho más si estás conmigo"
"No es mi culpa que seas alto"
"Ni la mia que seas enana. ¿Vamos a pelear siempre por esto?"
"Quizás"
"Como sea, ¿Te desperté?"

ESTÁS LEYENDO
Paura D'Amare [Ignazio Boschetto]
FanfictionLos seres humanos estamos condenados a temer al cambio, a lo desconocido y a lo que creemos que podría dañarnos. Preferimos estar en una zona de confort, creando murallas a nuestro alrededor en inútiles intentos de alejarnos de aquello a lo que teme...