Capítulo 2

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Sólo. el infierno era comparable a recorrer los pasillos de su instituto.

Cada esquina, cada pared, cada persona que caminaba por el hacía que Camila tuviera ganas de vomitar.

-Yo no debería estar aquí- exhaló Camila desde sus adentros- Yo tendría que estar escuchando a Mariah Carey. Si no me pongo al día John me volverá a adelantar y no podremos discutir sobre que artista es mejor.

-Ya lo se Camila- respondió Jimmy mientras observaba a la gente de su alrededor- Este sitio es realmente espantoso y Mariah Carey es una de las mayores artistas que han existido a nivel internacional pero la doctora Meyer tiene razón, debes esforzarte aunque sea un poco.

-Pero ¿y si vuelve a pasar?- suspiró Camila mirando las baldosas del suelo- No quiero que ocurra otra vez.

-No ocurrirá- dijo Jimmy acariciando la barbilla de su compañera- Te aseguro que pase lo que pase todo puede ir a mejor y además, ya no estas con tus antiguos compañeros y la comida de la cafetería es un poco mejor- exclamó intentando hacer sonreír a su amiga.

-Que sería de mi sin ti- respondió Camila con una sonrisa a los ánimos de su amigo.

***

- Hola, me llamo Camila y soy nueva aquí- suspiró Camila delante de su nueva clase.

-Bueno, Camila, cuéntanos un poco de ti- la animó su tutora.

-Estuve estudiando en el Commenius durante 8 años hasta que mis padres decidieron mudarse por motivos de trabajo y como han visto que este es un buen centro pues, aquí estoy- respondió nerviosa intentando que las miradas de sus compañeros no la intimidaran.

-¿Que son esas vendas?- preguntó un chico de la cuarta fila mientras levantaba la mano con condescendencia.

-¿Mis vendas?- exclamó Camila intentando taparse las muñecas.

-James, por favor. Si vuelvo a ver una falta de respeto así te echaré de clase- respondió la profesora a su alumno.

-Pero si sólo he hecho una pregunta-argumentó intentando defenderse y cerrando como pudo la conversación.

-No te preocupes Camila, ya puedes sentarte- dijo la señorita Clare indicándole a Camila su nuevo asiento.

Cabizbaja, Camila se dirigió a su asiento en la octava fila y dejando su mochila en el suelo, casi con rabia por el agotamiento de todo aquello, golpeó sin querer a un compañero que estaba cerca.

-¡Au!- exclamó- ¿Podrías tener un poco de cuidado? No eres la única en el mundo.

-Lo siento- susurró la chica con la voz medio rota.

-Eh, Tom, tranquilízate un poco. La chica es nueva y prácticamente no te ha rozado- respondió la chica que estaba sentada al lado de Camila.

-Perdón, perdón- exclamó Tom girándose hacia la pizarra.

-No te preocupes por estos capullos, en el fondo aunque no lo parezca son buena gente. Me llamo Lauren por cierto- añadió la joven estrechándole la mano a Camila.

-Encantada- musitó Camila con timidez correspondiendo al saludo de su nueva amiga.

***

-¿Por qué has dicho que tus padres vinieron aquí por motivos de trabajo?- preguntó Lauren intrigada- Recuerdo haberte visto hace 2 años paseando por este mismo patio.

-¿Te acuerdas de mi?- preguntó Camila con sorpresa- Creía que mi capa de invisibilidad funcionaba pero veo que la voy a tener que arreglar- exclamó.

-Perdona si te ha molestado pero también entiendo que quisieras desaparecer. Este instituto es una absoluta basura.

-Tranquila, no estoy muy acostumbrada a todo esto y me es difícil el simple hecho de...-.

-¿Hablar?- preguntó Lauren intentando ayudarla.

-Si, hablar- respondió Camila nerviosa- Creo que esto es demasiado dificil para mi- exclamó levantándose de su asiento y dirigiéndose a la entrada del instituto.

-Eh, espera- dijo Lauren intentando sujetarle por el brazo- No te vayas, por favor- suplicó intentando dulcificar el tono de su voz.

-¡Ah!- gritó Camila apartando de golpe su muñeca.

-¿Te duele mucho?- preguntó la joven preocupada- No debería haberte agarrado de esa manera, perdona- aclaró mirando a la muchacha.

-No, tranquila. Sólo me duele cuando estoy nerviosa- respondió acariciando sus vendas y sentándose de nuevo en su lugar.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- exclamó Lauren cabizbaja.

-¿Que como me lo hice?- respondió Camila sabiendo hacia que lugar iban sus intenciones.

-No, no era eso. Te quería preguntar donde te habías comprado tus zapatillas, me gustan bastante pero ya que has sacado el tema ¿como te lo hiciste?- preguntó señalando sus muñecas.

-Digamos que hay veces que uno simplemente no puede soportarlo más respondió Camila- Y las zapatillas son de Zara, talla 40 por si las quieres- insinuó la joven intentando acabar con la conversación.

-¿Tanto miedo tienes a que te pregunten por tu mierda?- exclamó Lauren mirando a la joven intentando adivinar la respuesta- ¿Por qué no simplemente mantienes una conversación normal y punto?

-Por que no puedo. El mundo es demasiado jodido para mi. El mundo es simplemente un sitio lleno de mierda y frustración donde cada ser humano piensa solo en si mismo intentando hundir al resto para dejarle en un lugar inferior, para hacer que sienta que no vale nada y que ha sido creado para servir al resto como la misera cucaracha que es.

-¿Eso es un cubo de rubik?- preguntó Lauren interrumpiendo el discurso de la joven.

-Si ¿por?- exclamó Camila dándose cuenta de que Lauren había estado mirando su mochila durante su pequeño discurso.

-¿Prefieres de 5x5 o de 7x7?

-¿Tengo cara de que me gusten las cosas fáciles? - exclamó Camila agarrando su cubo y comenzando a mover las piezas.

-Vaya, eres bastante rápida- dijo Lauren admirando la rapidez de la joven- ¿Cuanto tardas?

-Entre 30 y 40 segundos- respondió Camila terminando de formar el cubo y situándolo en la mesa nada mas finalizar.

-Espectacular ¿Y vienes con más sorpresas? - preguntó Lauren con picarda.

-Depende de como lo mires- respondió la joven guardando el cubo y caminando hacia uno de los arboles del patio.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- gritó Lauren mientras veía como Camila se alejaba.

-Claro- respondió.

-¿Que tiene que hacer una chica como yo para conocerte?

-Lanzarse por un precipicio y vivir para contarlo- respondió Camila volteándose para mirarla.

-No seas tan dura con ella, Camila. Parece buena chica- exclamó Jimmy- No desperdicies esta oportunidad.

Camila, parándose en seco, se volteó hacia Lauren y dirigió sus pasos hacia la joven que la miraba con inquietud.

-¿Y si lo hago aunque me multaran por hacer algo ilegal?- exclamó mirando a Camila directamente a los ojos.

-¿Tan valiente te crees?- preguntó.

-Podrías sorprenderte.

La sirena del pasillo interfirió en su conversación con imprudencia.

-Tengo que irme ahora a clase pero si me das tu número puedo atreverme a contestar alguna de tus preguntas-dijo Camila a tan solo unos centímetros de la joven.

-Te escribiré esta noche- respondió Lauren alejándose en dirección a la entrada.

Una parte de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora