Capítulo 21

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Camila POV

Me gustaba notar como el aire entraba y salia de sus pulmones mientras su pecho subía y bajaba debajo de mi cabeza.

Sería la última vez que podría notar sus manos, la última que podría notas sus labios sobre mi pelo y la última que podría cerrar los ojos, notando como su corazón iba a un ritmo lento mientras me leía alguna de sus historias.

"Y que mas da si no entienden el por que de lo sucedido. No importa la opinión de los demás. Jamás importará pues tu corazón sera mio y el mio será tuyo. Pase el tiempo que pase, ocurra lo que ocurra. Tu serás para mi lo que yo soy para ti y viceversa. Por siempre seremos de ambas incluso mas allá de cualquier eternidad".

Era difícil respirar estando a su lado. Era realmente complicado el asumir que tan solo unos días después me ingresarían en un centro, de nuevo, para evitar que el espectáculo que ocurrió en la azotea de mi casa volviera a suceder. Yo consideraba bastante mas fácil que Lauren se quedara a mi lado. Eso realmente era lo único que evitaría cualquier tipo de lesión sobre mi cuerpo, mente o alma, pues el simple hecho de saber que jamás la volvería a ver provocaba que mis heridas se abrieran de nuevo, aunque no fueran físicas.

Acarició mis brazos con tranquilidad, posando sus dedos sobre mis marcas y aspirando el olor que provenía de mi pelo. El tiempo pasaba extremadamente lento y eso me gustaba.

Decidí pasar mis ultimas horas así con ella por que sabia que si la besaba, si volvía a notar sus labios por ultima vez, cualquier muerte sería preferible a la sensación que me produciría y obviamente, el suicidio no era una opción.

-Volveré- escuché que susurraba encima de mi cabeza.

-¿Cuando?

-No tengo ni idea, pero volveré- continuó acariciando las puntas de mi pelo.

-No me prometas nada que no puedas cumplir, por favor. Se que eres fuerte pero ni si quiera se si tu podrás soportarlo.

-Camila- dijo apartándose un poco de mi y mirándome, frente a frente- Nadie podrá nunca cambiar lo que yo siento por ti.

Vi como la alejaban de mi. Vi como la apartaban de mis brazos y yo simplemente me quedé paralizada sin poder hacer nada.

Le regalé mi cubo de rubik para que pensará en mi, para que tuviera algo a lo que aferrarse.

El mayor infierno llegó tras abrazarla.

-Júrame que no te olvidarás de mi, por favor- mis brazos simplemente no podían soltarla. Necesitaban angustiosamente absorber cada segundo a su lado, cada sensación que le producía.

-Te lo juro.

Ninguna carta, ningún mensaje, ninguna llamada.

Llorar se convirtió en una rutina que desapareció justo cuando ella llegó a mi vida y regresó como un viejo amigo el cual te ha extrañado desde hacia tiempo.

Decidí evitar que Jimmy apareciera a pesar de que alguna que otra vez invadía mis sueños.

Mi hambre desapareció, mi sueño desapareció.

Incluso creo que la mayor parte de mi desapareció.

Mi único refugio era John. Parecía que era el único que intentaba entenderme.

-¿Que tal lo llevas? Parece que hoy estas un poco mejor.

-Bueno, se hace lo que se puede- respondí con una pequeña sonrisa.

Era tarde, casi las 2 de la mañana cuando un presentimiento golpeó gran parte de mi.

-¿Cuando te vas?- me preguntó algo inquieto.

-En dos semanas.

El silencio invadió la habitación. Era algo violento que también me fueran a separar del único amigo que tenía.

Tras irse Lauren, Dinah y Ally se fueron con ella. Era demasiado difícil para mi el simple hecho de verlas pues cada una de sus acciones, eran como un recuerdo continuo de que ella ya no estaba.

-¿Tu quieres ir?

-La verdad es que no estoy segura del todo. Osea, mis padres mandan sobre mi y se que será bueno por que yo ahora lo último que necesito es pensar y supongo que allí podré solucionar gran parte de la mierda que llevo encima.

- Yo lo único que quiero es que estés bien, Camila.

Su sonrisa conseguía atravesar la pantalla y supe que su mano había acariciado mi mejilla de manera virtual.

Hablamos de cosas sin sentido durante una hora y media y el una vez mas tenía que ir a dormir.

Supuse que yo me quedaría despierta una vez como tantas otras a la espera de un milagro o de que todo recobrara de nuevo el sentido. Pero esta vez no fue así.

-Yo, estoy enamorado de ti.

Fue algo inesperado. Realmente hacía tan solo dos meses que ella se había ido y el me salía con estas.

Pensé en todas esas veces que me lo había dicho y yo no quería verlo. Todos esos halagos que yo había decidido evitar y todas esas veces que me había sentido querida aunque sabia que en el fondo el siempre había esperado algo mas que una amistad. Nunca había sido suficiente.

Era demasiado duro esperar a una realidad que jamás llegaría. Por eso le dije que si.

Posiblemente me estaría traicionando a mi misma pero el era el único que hacía que todo mi alrededor tuviera un mínimo de estabilidad.

Sabía que no le quería y que jamás llegaría a amarle como el lo hacia, que solamente sería un amigo mas, pero eso, era bastante mejor que todo lo que me quedaba.

Era realmente lo único que me quedaba.

Pasaron las semanas y entré en un centro donde casi todas las habitaciones olían a desinfectante.

Pasaron los meses y seguí sin saber nada de ella. El me seguía queriendo y apreciando tanto o mas que al principio y yo le seguía tratando como a mi mejor amigo, el simplemente se conformaba con eso.

Tenía planeado venir en unos meses a mi ciudad con sus padres y conocernos al fin. Prefería no pensar en lo que podría ocurrir, así sería mas fácil.

Las noches pasaban lentas y los días rápidos y mis dedos jugaban con sus yemas sin saber que pensar con respecto a nada.

Poco a poco fui decidiendo que realmente lo único que quería era ser feliz y lentamente lo fui consiguiendo.

Sabía que ella sería feliz con ello, a pesar de que no lo sabía.




Simplemente deciros que aun queda el epilogo

Sed pacientes. Merecerá la pena

Una parte de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora